Petróleo, finanzas y textil: lo que las empresas españolas se juegan en Venezuela
BBVA, Mapfre e Inditex se mantienen en el país pese a un régimen cuyo fin podría brindar nuevas oportunidades
Las relaciones comerciales entre España y Venezuela han experimentado altibajos en las últimas décadas. A pesar de la deriva del chavismo, aún existen importantes intereses económicos en juego. El petróleo es el principal producto que Venezuela exporta a España, seguido de pescado, aluminio, productos químicos, hierro y cacao. A pesar del deterioro en el vínculo económico entre Madrid y Caracas, grandes multinacionales españolas de la banca, seguros y textil como BBVA, Mapfre e Inditex -especialmente Zara- continúan operando en el país sudamericano.
Rogelio Núñez, historiador e investigador del Instituto Elcano, asegura a THE OBJECTIVE que «las relaciones son fundamentalmente históricas. Se dice que Venezuela es la octava isla canaria, aunque ahora sería la novena porque La Graciosa también es una isla». Núñez destaca la importancia de la inmigración española en los años 50 y cómo la región ha estado al borde del colapso con la mayor hiperinflación de la historia moderna. «Es el país que, sin sufrir una guerra, más personas ha expulsado», añade.
La situación económica en Venezuela ha afectado significativamente a las empresas españolas. «La presencia española ha disminuido considerablemente y es mucho menor de lo que podría haber sido», explica Núñez. Sin embargo, subraya la necesidad de estar atentos a las oportunidades de inversión, especialmente en infraestructuras como el petróleo y PDVSA, que ha sido utilizado como «cajero del régimen» de Nicolás Maduro.
Núñez también menciona que «Estados Unidos tiene mucho interés en la zona, al igual que China, y la Unión Europea y España deben estar más atentas». Además, señala que «Venezuela ha implementado una de las políticas más neoliberales de Latinoamérica, incluso más allá de las de Milei. A pesar de la hiperinflación que sometió al país, esta se ha combatido gracias a la dolarización de facto», zanja.
Fuentes inmobiliarias subrayan que la inversión de ciudadanos venezolanos en España ha cobrado fuerza en ciudades como Madrid, donde «el mercado mexicano, venezolano y latinoamericano es más potente». Por contra, en otras regiones como Cataluña «coge más de refilón» a pesar de la importancia que había llegado a tener, y es que la barrera lingüística del catalán, más visible tras los años del procés, y el creciente dinamismo económico de la capital del país han provocado un cambio en este sentido.
Por su parte, Xavier Torrens, politólogo, sociólogo y profesor de la UB, comenta que «España tiene problemas de geopolítica con Latinoamérica y podría tener un rol similar al de Francia con sus antiguas colonias africanas o al del Reino Unido con muchos países de la Commonwealth». Torrens señala que España ha visto disminuido su rol debido a una política internacional enfocada en países con los que no tenía una relación estrecha, compitiendo con la diplomacia de potencias como Reino Unido, Alemania y Francia.
Torrens observa que, ante la ausencia de España, «esta región ha mirado más a Estados Unidos, a pesar de que a veces hay un sentimiento antiamericano». Según el experto, el papel de liderazgo de España en Latinoamérica es más débil ahora, y menciona a Zapatero y Felipe González como únicas figuras con un papel destacable en la república caribeña. «Aunque ambos son del mismo partido, el PSOE, y podrían haber jugado un papel importante, tienen posiciones confrontadas», asegura.
A pesar de la disminución de la presencia española en Venezuela, el vínculo se mantiene. «No es lo mismo ahora que hace un cuarto de siglo, ha disminuido, pero podríamos jugar un papel importante si hubiera una transición democrática», afirma Torrens. Sin embargo, advierte que «en caso de que la dictadura se mantenga, el rol de España será menor».
En este contexto de máxima expectación e incertidumbre, las empresas españolas que a pesar de todo siguen apostando por Venezuela se enfrentan un difícil panorama. La situación política y económica del país sudamericano presenta tanto desafíos como oportunidades. La historia compartida y los intereses económicos en sectores clave como el petróleo, las finanzas y el textil, hacen que España deba seguir atenta a la evolución de los acontecimientos en Venezuela.