El venezolano Lorent Saleh alerta de una «cacería» contra los opositores en España
El activista augura que el régimen de Maduro prepara una oleada represiva fuera de las fronteras de su país
Lorent Saleh, activista venezolano. | Wikimedia Commons
Activista y opositor del régimen chavista Lorent Saleh (San Cristóbal, Venezuela, 1988) es conocido por su lucha en defensa de los derechos humanos en el país sudamericano y su encarcelamiento y tortura bajo el régimen de Nicolás Maduro. Desde su exilio en España, esta figura de la oposición alerta sobre los planes de la dictadura para llevar a represión fuera de sus fronteras e insta a los políticos europeos a dejar de imponer sus visiones sobre la realidad latinoamericana.
En conversación con THE OBJECTIVE, Saleh asegura que «la izquierda europea y española debe dejar de enseñar a Latinoamérica cómo son sus países, deben dejar esas pretensiones porque no ayudan en nada». De hecho, se muestra poco sorprendido de que los jóvenes venezolanos se derechicen cuando en el entorno de partidos como Sumar, Podemos o Izquierda Unida se defiende al régimen. Saleh destaca que muchos políticos europeos tienden a idealizar ciertos aspectos de los regímenes latinoamericanos sin comprender plenamente las consecuencias de sus políticas.
«Hay una situación interesante en la izquierda de Latinoamérica, que se debate entre romper con una izquierda anacrónica, guerrillera, abusiva y antidemocrática, y una más moderna y progresista. Es por eso que vemos tonos diferentes en líderes como Petro, Lula y Boric», asegura. «Es patético que defiendan regímenes militaristas y violadores sistemáticos de derechos humanos. No es respetuoso para con los opositores que están ahí luchando». A Izquierda Unida y el PCE les recuerda, por ejemplo, que «el Partido Comunista de Venezuela tiene presos políticos» y que el chavismo retrata a sus enemigos como «fascismo» cuando en la oposición hay «pluralidad», incluyendo sectores de la «izquierda y movimientos progresistas».
Oleada represiva en el exterior
Según esta voz a favor de los Derechos Humanos, «hay una necesidad de mostrar el abanico plural de la oposición, que ya no es oposición sino que ya es sociedad», declara. También alerta de que «viene una segunda fase de la operación Tun Tun» de represión por parte del Gobierno de Maduro, esta vez «dirigida a personas y dirigentes opositores y aliados de la oposición en España y en países extranjeros».
«Es urgente que se alerte a los servicios de seguridad en España de las operaciones del servicio de inteligencia del régimen venezolano aquí en España», señala Saleh, que prevé una «cacería contra opositores y amigos de la oposición venezolana» resguardados en España. Y añade: «Es cuestión de tiempo y están esperando el momento para lanzar esta segunda fase: Diosdado Cabello dice que no crean que porque están fuera de las fronteras están seguros, podemos llegar hasta ustedes».
Sobre la unificación de la disidencia en su país, opina que «hay un proceso sociocultural interesante» en Venezuela. «La sociedad, que antes estaba unida, se ha roto debido a la polarización. El chavismo, como fuerza política y como mito, ya se ha quebrado; lo único que queda es un poder por el poder, reducido al sostenimiento de una dictadura basada en la mediocridad política. Más allá del desenlace electoral, hay un proceso de cambio irreversible a nivel cultural», indica.
El activista también subraya la importancia de escuchar a las voces locales y respetar su autonomía. «La oposición en Venezuela está perdiendo tiempo en debatir sobre actas electorales, cuando el verdadero debate debería centrarse en cómo será Venezuela en el futuro. Hace falta un liderazgo opositor que genere una gran convocatoria nacional, involucrando a todos los sectores de la sociedad en un gran debate sobre el futuro del país, en el que la gente pueda confiar en una alternativa real», valora.
Saleh analiza que «Nicolás Maduro es un dictador que se sostiene en cuatro pilares: la capacidad de movilidad económica a través de capitales ilegales; el dinero para comprar y chantajear; la violencia y el terror que permiten el control social; y sus alianzas internacionales». En su opinión, el sucesor de Hugo Chávez «necesita cohesión y lealtad de su entorno, de los servicios de inteligencia y de los grupos armados» y mantiene el poder mediante «el odio hacia la oposición y la contrainteligencia».
A pesar de todo, este opositor exiliado en España mantiene una visión optimista sobre el futuro de Venezuela y Latinoamérica. «La política tiene que ver con la capacidad de encauzar las opiniones públicas de la sociedad. Si no generamos un discurso coherente, nadie va a entender qué es lo que va a pasar en Venezuela y si eso es lo que va a empujar el cambio», concluye antes de reclamar un debate asambleario «en todo el país para definir el nuevo modelo para el futuro de la república latinoamericana».
