Nicolas Sarkozy reclama un primer ministro conservador porque «Francia es de derechas»
El expresidente galo da la «razón» a Emmanuel Macron y descarta la opción de un candidato del Nuevo Frente Popular
Nicolas Sarkozy ha entrado de lleno este viernes en el debate abierto por la inminente designación de un nuevo primer ministro en Francia. El expresidente galo reclama que el futuro jefe de Gobierno salga de la órbita conservadora, ya que considera que «Francia es de derechas» pese a la victoria del Nuevo Frente Popular (NFP) de izquierdas en las elecciones de julio.
El actual presidente, Emmanuel Macron, ha descartado proponer a alguien del NFP, alegando que no obtendría suficientes apoyos en la Asamblea Nacional, y Sarkozy considera que «tiene razón». En una entrevista al diario Le Figaro, el exmandatario ha reclamado a su partido, Los Republicanos, que trabajen para que haya un primer ministro conservador.
En cuanto a posibles nombres, ha sugerido que el presidente de Altos de Francia, Xavier Bertrand, «es una buena elección» y ha descartado, en cambio, al exministro Bernard Cazeneuve, porque pese a su «calidad» está demasiado vinculado a la etapa del socialista François Hollande y ahora el «centro de gravedad» de la política gala habría virado «a la derecha».
Sarkozy ha aprovechado también para cargar contra el Partido Socialista, al que considera «prisionero» de La Francia Insumisa (LFI). Ambas formaciones se presentaron juntas dentro del Nuevo Frente Popular, pese a que en los últimos días han discrepado en torno a los mensajes y las medidas para hacer frente al veto de Macron.
El diputado de LFI Jean-Luc Mélenchon, antiguo candidato al Elíseo, ha afirmado que «la gravedad del momento exige más sangre fría» que la que demostraría Sarkozy, a quien ha recriminado que por un lado diga que el NFP «es de extrema izquierda y no quiere gobernar» y por otra alerte de un posible «golpe de Estado».
Macron emprendió esta semana una nueva ronda de consultas con varias formaciones, sin que por ahora haya constancia de un consenso para formalizar el nombramiento. El jueves, durante una visita oficial a Serbia, el presidente declaró que se pronunciará «a su debido tiempo» y defendió que busca «la mejor solución para el país».