Elecciones en Brandeburgo: un toque de atención al Gobierno alemán
«El fracaso en la gestión migratoria y el deterioro económico son evidentes»
Contra todo pronóstico, las encuestas se equivocaron. En las elecciones celebradas ayer domingo para el Parlamento de Brandeburgo —el estado que rodea Berlín—, el Partido Socialdemócrata (SPD) se alzó como el más votado con el 32% de los sufragios. Cabe recordar que Brandeburgo es el único Land del este de Alemania donde el SPD ha mantenido el poder de manera ininterrumpida desde la reunificación en 1990. Alternativa para Alemania (AfD) se posicionó en segundo lugar con casi el 30%, muy por encima del 23.5% que obtuvo en las últimas elecciones estatales de 2019. La Unión Demócrata Cristiana (CDU), por su parte, sufrió una caída, alcanzando apenas el 12% de los votos, frente al 15.6% de la elección de 2019.
El partido de extrema izquierda liderado por Sahra Wagenknecht, Bündnis Sahra Wagenknecht (BSW), se consolidó como otro de los grandes ganadores del día. Después de obtener un 11.6% en Sajonia y un 15% en Turingia, logró un notable 12% en Brandeburgo, consolidando su creciente influencia. Este partido, con solo unos meses de vida, ha logrado restar votos a otras formaciones de la izquierda como Los Verdes y Die Linke, que ya se encuentran prácticamente fuera del juego político.
Un análisis más amplio
Este mes de septiembre ha sido crucial en el este de Alemania, donde los tres Estados de Turingia, Sajonia y Brandeburgo eligieron sus nuevos parlamentos. En los tres comicios, la coalición tripartita que gobierna la República Federal ha sufrido un serio revés. Los Verdes y los liberales del FDP se han desplomado en todas las elecciones. El SPD, aunque tocado en Turingia (6%) y Sajonia (7%), se recuperó considerablemente en Brandeburgo con un 32%.
La estrepitosa caída de Los Verdes en estos tres Lander ha desatado especulaciones sobre una posible salida del Gobierno Federal, lo que podría precipitar unas elecciones anticipadas. En Sajonia, Los Verdes apenas lograron entrar en el parlamento con un ajustado 5.1%, mientras que en Turingia y Brandeburgo se quedaron sin representación, una muestra del escaso apoyo del que gozan actualmente en el este del país. Por su parte, el FDP tampoco consiguió representación en ninguno de los tres Lander, lo que pone en evidencia su debilidad crónica en esta región.
Alternativa para Alemania (AfD), en cambio, logró un hito histórico al ganar las elecciones en Turingia, convirtiéndose en el primer partido de extrema derecha en vencer en una elección estatal desde la posguerra alemana. También consiguió un excelente resultado en Sajonia y se quedó en segunda posición en Brandeburgo.
La CDU ganó en Sajonia con un 31.9% y quedó en segundo lugar en Turingia con el 23.6%. Sin embargo, en Brandeburgo no pasó del 12%, una caída considerable respecto a 2019, cuando obtuvo el 15.6% de los votos.
Un castigo al gobierno tripartito
El electorado de la Alemania del este ha dejado un mensaje claro: la forma de gobernar del tripartito federal no puede continuar como hasta ahora. El fracaso en la gestión migratoria y el deterioro económico son evidentes. La imagen que transmite el gobierno es la de un Estado incapaz de controlar la inmigración, un problema estrechamente vinculado a la percepción ciudadana sobre el Estado del bienestar. La entrada masiva de inmigrantes ha generado no solo un aumento en la inseguridad, sino también un caos en la administración de las ayudas sociales, exacerbando un problema presupuestario y creando una sensación de injusticia en la asignación de recursos.
El desgaste político y económico se refleja claramente en los resultados electorales. Cuando el desempleo aumenta, el crecimiento económico se estanca, los precios de la energía suben y la seguridad ciudadana disminuye, el descontento social crece. En este escenario, emergen fuerzas políticas dispuestas a capitalizar el malestar, como la CDU y AfD. Este patrón se ha manifestado claramente en las elecciones de este mes de septiembre en Turingia, Sajonia y Brandeburgo. En Brandeburgo, el 45% de los electores votaron a partidos situados en los extremos del arco parlamentario porque perdieron la confianza en los partidos establecidos en el centro político.
Necesidad de medidas urgentes en la República Federal
Las elecciones han dejado señales claras de que los ciudadanos alemanes están cada vez más hartos de la dirección actual del país. La victoria de partidos alternativos al gobierno federal no debe pasar desapercibida para la clase política. Problemas como el deterioro económico, la pérdida de tejido industrial, el descontrol migratorio, el alza de los precios de la energía y las constantes disputas dentro del Gobierno exigen una acción inmediata.
En cuanto al derecho de asilo, es urgente reformar su formulación actual y adaptarlo a las circunstancias presentes con una ley de inmigración moderna. Para ello, sería necesario modificar la Constitución, algo que requiere una mayoría de dos tercios en el Parlamento. Sin embargo, algunos políticos de la izquierda parecen más interesados en mantener el statu quo por razones electorales. Tras una década de fracasos en esta materia, no hay tiempo para mirar hacia otro lado. Es hora de actuar. Como dijo el autor estadounidense Stephen Covey: «No nos definen nuestras circunstancias, nos definen nuestras decisiones.»