Así es 'Libre Hidalgo': la misión de los militares españoles en el Líbano y la frontera de Israel
Cerca de 650 ‘cascos azules’ están desplegados en el país árabe en la misión UNIFIL
Cerca de 650 militares españoles están desplegados en el sur del Líbano, la misión española con mayor número de tropas desplegadas en la actualidad que operan en una región con alta presencia del grupo chií Hezbolá, que comparte frontera con Israel y que se encuentra en el foco mediático en los últimos días tras los bombardeos de Israel en territorio libanés, los ataques de Hezbolá y la reciente incursión terrestre de las Fuerzas de Defensa de Israel (IDF) en el país árabe.
Las tropas israelíes han abierto un nuevo frente en el norte del país después de que su operación en la Franja De Gaza, que deja ya más de 40.000 muertos, la mayoría civiles, esté prácticamente controlada tras haber acabado con terroristas del grupo Hamás y, a su vez, haber arrebatado el territorio a los palestinos y obligado a desplazarse a miles de familias al sur de Gaza.
Ahora, los militares israelíes centran sus combates en otro de sus históricos enemigos en la región, la milicia Hezbolá, con ataques perpetrados en la capital libanesa, Beirut, y en el sur del país. Una misión que se enmarca dentro de su operación ‘Flechas del Norte’ y que aseguran que es «limitada, localizada y específica» y está destinada a «desmantelar las capacidades de Hezbolá».
Así, Israel ha llamado a los civiles libaneses a no desplazarse al sur del río Litani, que marca el límite norte del área de operaciones de la misión de Naciones Unidas en el país árabe, una zona delimitada que pretendía servir de margen de separación entre Israel y Hezbolá tras la guerra de 2006. El río Litani está a 30 km de la blue line, la frontera con Israel.
UNIFIL, la misión de la ONU en Líbano
La Fuerza Provisional de las Naciones Unidas para el Líbano, UNIFIL por sus siglas en inglés, es una misión creada en 1978 por la ONU que tiene como objetivo mantener la paz y la seguridad en la frontera entre Líbano e Israel. España forma parte de esta operación desde 2006 y la lidera desde 2022. Una misión ONU que se conoce con su denominación española con el nombre de ‘Libre Hidalgo’ y en la que actualmente están destinados alrededor de 650 militares españoles.
La misión de la ONU en el país de los cedros -como a veces se le conoce al Líbano- tiene entre sus cometidos vigilar el cese de hostilidades entre Hezbolá e Israel y acompañar y asistir a las Fuerzas Armadas libanesas en el sur del país y a lo largo de la separación entre ambos países denominada Línea Azul. También garantizar el acceso humanitario a las poblaciones civiles y el regreso voluntario y seguro de las personas desplazadas.
En total, la misión UNIFIL está conformada por casi 10.000 ‘cascos azules’ de 49 países diferentes y actualmente comandada por el teniente general español Aroldo Lázaro, cuyo mandato ha sido extendido hasta febrero de 2025.
La misión se divide en dos sectores, el este y el oeste. La Brigada Multinacional Este, que es la que lidera España, está compuesta por unos 3.500 efectivos de nueve nacionalidades diferentes. El grueso del contingente español se encuentra en la base Miguel de Cervantes, cerca de la localidad de Marjayún donde está el Cuartel General del sector Este. También trabajan militares españoles en el Cuartel General de Naqoura, más próximo a la frontera israelí. El sector oeste está liderado por Italia.
El papel de las tropas españolas en Líbano se basa en realizar patrullas a pie y en vehículo, para vigilar permanentemente la línea que separación entre Líbano e Israel. También establecen observatorios y realizan otras actividades en colaboración con las Fuerzas Armadas Libanesas (LAF). Todas dirigidas a garantizar el cumplimiento de la resolución 1701 de Naciones Unidas y evitar que se llegue a situaciones que puedan conducir a una escalada de tensión entre las partes.
Desde el inicio de la misión, han fallecido en Líbano 15 militares españoles. Precisamente, una de las muertes más controvertidas fue la del cabo Francisco Javier Soria Toledo, que murió por el alcance de un mortero de 155 milímetros lanzado por militares israelíes contra posiciones de Hezbolá el 28 de enero de 2015. Una acción que fue investigada por la Justicia española, pero que fue archivada por la Audiencia Nacional en 2017 al considerar que la muerte del cabo Soria se debió a un «acto de guerra», el único delito que no puede juzgar el tribunal español.
No obstante, desde este pasado lunes, las tropas españolas en la base Miguel de Cervantes se han visto obligadas a suspender sus labores habituales de patrulla, según señaló la ministra de Defensa, Margaritas Robles. No obstante, los militares españoles destinados en Líbanos «se encuentran bien», según han detallado fuentes de Defensa, «tomando las medidas de seguridad y atendiendo a los protocolos», lo que implica que las últimas 24 horas hayan tenido que resguardarse en los búnkeres de la base.
Llamamiento a una desescalada
Hace apenas una semana, el teniente general Lázaro pidió a las partes libanesa e israelí la urgente necesidad de una desescalada. «Se están realizando esfuerzos para reducir las tensiones y detener los bombardeos. Cualquier nueva escalada de esta peligrosa situación podría tener consecuencias devastadoras y de largo alcance, no solo para quienes viven a ambos lados de la Línea Azul, sino también para la región en general».
«Los ataques deliberados contra civiles son claras violaciones del derecho internacional. La UNIFIL reitera su firme llamamiento en favor de una solución diplomática e insta a todas las partes a que den prioridad a la vida de los civiles y se aseguren de que no corren peligro. Es esencial volver a comprometerse plenamente con la aplicación de la Resolución 1701 del Consejo de Seguridad de la ONU, que es ahora más crítica que nunca para abordar las causas subyacentes del conflicto y garantizar una estabilidad duradera», agregó el jefe de la misión.