Un informe desvela que Pablo González trabajaba como espía ruso desde 2010
Trabajaba para la Línea N del GRU, una unidad donde se encuentran los llamados «espías ilegales»
Pablo González | RRSS
Un nuevo informe desvela que Pablo González Yagüe, periodista español que ha estado encarcelado por Polonia acusado de ejercer como espía para Rusia, habría realizado su labor de espionaje para el Kremlin desde al menos 2010. Fue liberado el 1 de agosto de 2024, cuando Occidente y Rusia acordaron el mayor intercambio de prisioneros desde la Guerra Fría.
Así se deduce de un documento al que ha tenido acceso Antena 3 en el que se revela que González trabajaba para la Línea N del GRU (Dirección Principal de Inteligencia de Rusia), una unidad donde se encuentran los llamados «espías ilegales», los que trabajan fuera de su país, pero no tienen respaldo legal por parte de su embajada.
En un documento fechado en 2017, Pablo González, que también manejó la identidad rusa de Pavel Rubtsov al haber nacido en Moscú y disponer de un pasaporte ruso, pedía un aumento de sueldo. Por aquel entonces cobraba 3.100 € al mes, viajes aparte. «Recibo este sueldo desde 2010», escribe el periodista en dicho documento al que ha tenido acceso Antena 3. En ese mismo mensaje solicita un aumento, quiere cobrar 4.300€ al mes, que justifica con la elevada inflación; que se reconozca su antigüedad, una vivienda en Moscú y una pensión para cuando se retire del servicio.
Según las fuentes consultadas por el ya citado medio, González se dedica al ‘targeting’: identifica y señala personas y lugares «de interés» para el Kremlin.
Asimismo, hace unos días se conoció que el español realizó labores de vigilancia sobre Alekséi Navalni, político soviético, en España, concretamente en Barcelona. Tal y como cuenta EL MUNDO, Navalni había viajado a la Ciudad Condal para someterse a una operación quirúrgica en el ojo, tras resultar herido por un agresor un mes antes.
Polonia acusa a González Yagüe de ejercer como espía ruso durante casi una década. Según argumentan, han hallado en su poder informes que comprenden los años 2016 y 2021 en el que se relatan, por ejemplo, cómo a raíz de su estancia en Georgia, informó a la Inteligencia rusa de «la cuestión de los procesos de adhesión de los Estados postsoviéticos», así como de «las actitudes hacia la Federación de Rusia de los miembros de la OTAN y de los países que aspiran a adherirse a la Alianza».
Además, Polonia considera probado que envíos por su parte a Rusia de «información útil, incluso, sobre infraestructuras en clave de seguridad de Polonia». Por otra parte, se culpa al periodista espía español de «la publicación de textos desinformativos en Internet, en consonancia con la política oficial de información propagandística de la Federación Rusa».
Las autoridades polacas también le responsabilizan de la realización de reconocimientos operativos, reuniones y su permanente disposición a «cumplir órdenes» del servicio de Inteligencia ruso.
