Portugal aleja el fantasma de nuevas elecciones con la abstención socialista a los presupuestos
Los partidos a la izquierda del PS critican la unión con los conservadores en beneficio de los poderes económicos
El frágil equilibrio parlamentario en Portugal ha superado su primera prueba tras semanas de incertidumbre por la decisión que tomaría el Partido Socialista (PS) ante los presupuestos presentados por el Gobierno conservador de Luís Montengro, después de que la oposición finalmente adelantara que se abstendrá.
Después de diez minutos enumerando las razones para votar en contra, el secretario general del PS, Pedro Nuno Santos, anunció en la noche del jueves que propondrá a su partido abstenerse a fin de evitar así las terceras elecciones legislativas en menos de tres años.
Santos explicó que se abstendrán en las dos votaciones del presupuesto, pero ha dejado la puerta abierta a que la bancada actúe con «libertad» en las discusiones pormenorizadas del documento, siempre sin superar el excedente pactado del 0,3 por ciento. «El PS no provocará desequilibrios en las cuentas públicas», dijo.
En ese sentido, Santos señaló que el Gobierno de Montenegro está cada vez más «solo, aislado» y es «mucho más minoritario y absolutamente dependiente» de los socialistas, a quienes no podrá volver a recurrir.
Por su parte, Montenegro agradeció desde la Cumbre de líderes de la UE en Bruselas el «sentido responsabilidad» del secretario general socialista y destacó que prevaleció el interés nacional. A su vez, expresó su confianza en que no habría problema cuando el documento sea debatido en su especialidad.
El resto de partidos con representación en la Asamblea Nacional destacó la «derrota política» que ha supuesto para Santos hacer viable estos presupuestos con su abstención. Para la ultraderecha, la decisión pone de manifiesto que son ellos la primera fuerza de la oposición y no los socialistas.
Por su parte, los partidos a la izquierda del PS han criticado la «enorme incoherencia» de los socialistas, así como la unión con los conservadores en beneficio de los poderes económicos.