Borrell, obligado a refugiarse en un búnker en Kiev por un ataque ruso con misiles
Es su quinta visita a Ucrania desde el comienzo de la invasión rusa y la última como jefe diplomático de la UE
El Alto Representante de la Unión Europea para Asuntos Exteriores y Política de Seguridad, Josep Borrell, se ha visto obligado este lunes a refugiarse en un búnker antiaéreo en Kiev por un ataque ruso con misiles contra la capital de Ucrania, según ha denunciado él mismo en redes sociales.
Borrell llegó el sábado a Kiev en la que es su quinta visita desde el comienzo de la invasión rusa del país, en febrero de 2022, y la última como jefe diplomático de la UE antes de que la ex primera ministra estonia, Kaja Kallas, le suceda en el cargo.
«Empiezo el día en Kyiv en un refugio, mientras Rusia lanza otro ataque con misiles. Esta es la realidad diaria del pueblo ucraniano desde la invasión a gran escala de Rusia«, ha escrito Borrell en la red social X.
Unas horas antes, y tras varias reuniones, como la mantenida con el ministro de Asuntos Exteriores de Ucrania, y varias visitas, incluida la de un centro de entrenamiento militar de soldados ucranianos, Borrell compartió un mensaje en X en el que pedía «ayudar a Ucrania a lograr una paz justa y duradera, que incluya rendición de cuentas», y destacaba que hasta ahora se han registrado 140.000 casos de crímenes de guerra y que «los autores rusos responderán por sus actos».
Así, Borrell ha mencionado la reciente prórroga durante dos años más de la Misión de Entrenamiento de la UE para Ucrania, que ha formado ya a 60.000 soldados ucranianos, una cifra que llegará a los 75.000 a finales de invierno. Igualmente se ha referido a la importancia de las sanciones para presionar a Rusia.
El mandato de Borrell concluirá previsiblemente a finales de mes si el nuevo Ejecutivo de la presidenta de la Comisión Europea, Ursula Von der Leyen, supera el examen de la Eurocámara a tiempo para asumir sus funciones el 1 de diciembre.
Kallas sucederá a Borrell, si todo sale según lo esperado por Von der Leyen, en la culminación de un gesto hacia la familia liberal del Parlamento Europeo, que a excepción del Charles Michel como presidente del Consejo no había ostentado ningún ‘top job’ desde hacía dos décadas.