Una CIA desatada con Trump: el peligro que viene (alerta en España)
El futuro presidente de Estados Unidos intervendrá más en sus objetivos y les dará más libertad de acción
Donald Trump en la sede central de la CIA, en Langley, Virginia. | Shealah Craighead (Zuma Press)
Donald Trump ha ganado las elecciones y durante los próximos cuatro años dirigirá Estados Unidos con un control bastante aplastante de las instituciones. Carecerá de ataduras que limiten sus decisiones y podrá utilizar a sus servicios secretos para ejecutar aquellas políticas que ha prometido implementar. Lo que hagan la CIA, el servicio de inteligencia para el exterior, el FBI, el servicio interior, y la NSA, el espionaje tecnológico, será siguiendo sus directrices. Este tema adquiere trascendencia porque en los cuatro años de su anterior mandato, entre 2017 y 2021, las relaciones fueron pésimas por culpa del apoyo que Rusia le había prestado para ganar las elecciones.
En esta ocasión el punto de partida no es tan malo. Los servicios secretos no tienen motivos para desconfiar de Trump más allá de las discrepancias que puedan albergar referentes a sus diferentes visiones geoestratégicas.
Exdirectores de la CIA como John Brennan o Michael Hayden dibujan al futuro presidente republicano como una persona alejada de los principios básicos de la seguridad mundial. No creen que sepa cómo tratar con los aliados y socios extranjeros, entre los cuales está la OTAN.
Malos tiempos para las relaciones CIA-CNI
Hace año y medio, el coronel del CNI J.A.P. fue detenido junto a J.M., uno de sus subordinados en la Contrainteligencia rusa. El juez les acusa de ser dobles agentes al servicio de la CIA, un grave delito de traición. Dicen en el espionaje español que J.A.P. robó identidades de fuentes de información, nombres en clave de operaciones y personal, y datos sobre la estructura del despliegue exterior. Y añaden que J.M. se llevó un documento muy especial: «Irán y sus intereses por contactar con políticos del PP».
Cualquier país que autoriza a su servicio secreto a hacer un boquete de este tipo no puede considerarse un amigo y entra en una dimensión nueva de lo que es un aliado. Cuando el servicio de seguridad del CNI detectó a los traidores, la ministra de Defensa, Margarita Robles, pidió explicaciones a la embajadora estadounidense, Julissa Reynoso, quien pidió disculpas —nunca debería haber ocurrido entre países aliados— y alegó que la CIA actuó así por un plan aprobado en época del anterior presidente, Donald Trump. Esto es lo que le espera a «La Casa» con el nuevo inquilino de la Casa Blanca.
También están preocupados en la CIA, según sus ex directores, por la falta de apoyo directo de Trump a Ucrania y por la posibilidad de que les pueda llegar a cortar la ayuda económica y militar. Lo que coincidiría con su tercera preocupación: dejar libertad de movimiento a su amigo Putin para que se quede con todo lo que quiera de Ucrania y mire con avidez al resto de Europa.
Ventajas de la CIA con Trump
La CIA tendrá que adaptarse al nuevo presidente y tragar cuando no atienda las pruebas de sus informes. Este fue el caso en octubre de 2018 del cruel asesinato del periodista saudí Jamal Khashoggi, residente en Estados Unidos. El informe de los espías dejaba patente la responsabilidad del príncipe y máximo mandatario efectivo de Arabia Saudí, Mohamed bin Salmán. Trump pasó de ellos y mostró públicamente su respaldo a su amigo.
Aunque, y esto es especialmente importante, también obtendrán muchos beneficios en sus actuaciones más agresivas, más manga ancha, que otros mandatarios no han querido darles. Trump aceptó e impulsó las operaciones clandestinas en redes sociales contra China para desacreditar al gobierno de Xi Jinping e inventaron historias como que algunos de sus dirigentes ocultaban dinero negro en el extranjero.
La unión entre la Casa Banca y la CIA se vio reforzada tras el aumento de ataques con aviones no tripulados para acabar con enemigos. Para evitarles problemas, Trump suspendió una orden de Obama que obligaba a los espías a justificar los muertos civiles.
Una CIA desatada, con un Trump riéndole las gracias, es una mala noticia para el mundo.
