Tensión en Corea del Sur: el presidente decreta la ley marcial y el Parlamento la rechaza
Este paso debería poner fin a las medidas adoptadas supuestamente para «erradicar a fuerzas afines a Corea del Norte»
La Asamblea Nacional de Corea del Sur, controlada por la oposición, ha votado una moción para solicitar al presidente, Yoon Suk Yeol, que derogue la ley marcial decretada este martes, un paso legislativo que en teoría debería implicar el fin de las medidas excepcionales.
La Constitución concede al presidente la facultad de decretar la ley marcial por «necesidades militares» o para «mantener la seguridad y el orden público, pero estipula también que debe notificar dicha decisión a la Asamblea. Si el Parlamento así lo requiere por mayoría, el presidente debe dar marcha atrás, recoge el artículo 77 de la Carta Magna. Los diputados han votado en contra de la ley marcial en una sesión extraordinaria celebrada entre escenas de caos tanto dentro como fuera de la sede del principal órgano legislativo de Corea del Sur, informa la agencia de noticias Yonhap.
Los diputados han votado en contra de la ley marcial en una sesión extraordinaria celebrada entre escenas de caos tanto dentro como fuera de la sede del principal órgano legislativo de Corea del Sur, poco después de que el jefe del Estado Mayor de las Fuerzas Armadas, Park An Soo, diese por anulada cualquier tipo de actividad política.
A la sesión han acudido 190 de los 300 diputados que conforman la Asamblea y todos ellos han respaldado la moción, informa la agencia de noticias Yonhap. Tras la votación, el presidente de la Cámara, Woo Won Shik, ha informado de que ha enviado a Yoon y al jefe del Ejército una petición para que levante oficialmente la ley marcial. Desde las Fuerzas Armadas surcoreanas, por su parte, han trasladado que la ley marcial seguirá vigente hasta que el presidente Yoon lo desautorice oficialmente.
La oposición ya había rechazado la ley marcial y acusado al presidente Yoon de declararla «sin ningún motivo» y en contra de la Constitución y del pueblo surcoreano. «Tanques, vehículos blindados y soldados con armas pronto controlarán el país», ha denunciado el líder del Partido Democrático, Lee Jae Myung.
No obstante, no solo la oposición ha expresado su malestar. El líder del oficialista Partido del Poder Popular, Han Dong Hoon, ha calificado la medida de «ilegal» y ha anunciado que se pondrá del lado del pueblo para tumbarla. «La declaración de ley marcial es ilegal e inconstitucional y la detendremos junto con el pueblo», ha dicho Han, quien ha asegurado que la decisión ha sido tomada a expensas del partido. «Trabajaré para proteger la democracia liberal», ha remarcado.
Yoon ha anunciado la ley marcial en un inesperado discurso a la nación en el que ha acusado a la oposición de simpatizar con el régimen de Corea del Norte, después de que la oposición sacase adelante en el Parlamento una medida presupuestaria y presentara mociones de destitución contra varios altos cargos.
«Proteger el orden constitucional»
El presidente de Corea del Sur, Yoon Suk Yeol, ha declarado este martes la ley marcial con el objetivo de «erradicar las fuerzas afines a Corea del Norte» y garantizar «la libertad y felicidad» de la población surcoreana. La medida llega en pleno aumento de la tensión entre los dos países raíz del acercamiento entre Pyongyang y Moscú que se ha producido durante los últimos meses.
Sin embargo, la oposición surcoreana ha calificado la maniobra de «autogolpe» para suspender la actividad parlamentaria, donde Yoon está en minoría. El líder de la oposición, Lee Jae-myung, denuncia que el ejército está tratando de tomar el control del país y que el presidente ha traicionado al pueblo surcoreano.
Yoon, por su parte, se ha dirigido al país para anunciar la adopción de esta medida de emergencia y ha señalado que la ley marcial es necesaria para «proteger el orden constitucional» en el país asiático, que sigue técnicamente en guerra con Corea del Norte desde los años 50, cuando las partes acordaron un armisticio que puso fin a los combates a falta de un tratado de paz.