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El G7 y cinco países latinoamericanos rechazan la legitimidad de la toma de posesión de Maduro

EEUU, Reino Unido, Alemania, Francia, Chile y Ecuador piden respetar la voluntad del pueblo de Venezuela

El G7 y cinco países latinoamericanos rechazan la legitimidad de la toma de posesión de Maduro

Nicolás Maduro. | EP

Los ministros de Exteriores del G7 han condenado en un comunicado conjunto «la falta de legitimidad democrática» de la toma de posesión del presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, que ha tenido lugar este viernes en medio de polémica tras las elecciones del pasado 28 de julio, en las que la oposición denunció fraude en el recuento de votos y se atribuye la victoria. «Nosotros, los ministros de Asuntos Exteriores del G7 (Canadá, Francia, Alemania, Italia, Japón, Reino Unido y Estados Unidos) y el Alto Representante de la Unión Europea, denunciamos la falta de legitimidad democrática de la supuesta investidura de Nicolás Maduro como presidente de Venezuela», reza la nota, cuyos firmantes han rechazado además «la continua y represiva búsqueda del poder por parte de Maduro a expensas del pueblo venezolano».

Los países del grupo han deplorado asimismo «enérgicamente» la represión que sigue teniendo lugar, tanto a nivel social como político, contra la oposición. En esta línea, han defendido que no es propio de los sistemas democrátocos que un dirigente político se vea «obligado a buscar refugio fuera de su patria». La huída de Venezuela del candidato opositor, Edmundo González, tras las elecciones por miedo a represalias ha sido definida por los integrantes del G7 como un «hecho inaceptable» que «pone de relieve la urgente necesidad de que en Venezuela se cree un entorno en el que la participación democrática pueda florecer sin temor».

En esta línea, se han sumado a la preocupación general de la comunidad internacional por el estado de los Derechos Humanos en el país, amenazado por el «persistente desprecio» de Maduro hacia la democracia y el Estado de derecho. «En particular, nos preocupan profundamente las detenciones arbitrarias y otros abusos contra civiles, incluidos niños, jóvenes y activistas, tras las protestas democráticas pacíficas que tuvieron lugar después de las elecciones y que continúan hasta el día de hoy», han agregado. Así las cosas, el G7 ha abogado por un proceso pacífico de transición del poder en el que los venezolanos puedan negociar y liderar «una solución pacífica y democrática» para el país que respete «la voluntad democrática del pueblo venezolano expresada en las elecciones de julio».

Esta declaración llega después de que Maduro haya tomado este mismo viernes posesión del cargo en la sede de la Asamblea Nacional iniciando así un tercer mandato que, ha dicho, será un «periodo de paz». Venezuela celebró a finales de julio unas elecciones presidenciales en las que el oficialismo otorgó la victoria a Maduro, si bien la oposición denunció fraude en el recuento de votos y reivindicó el triunfo de González, respaldado por parte de la comunidad internacional.

Chile, Perú, Ecuador, Uruguay y Paraguay

Varios países latinoamericanos han rechazado la toma de posesión de Nicolás Maduro en la sede de la Asamblea Nacional en la capital de Venezuela, Caracas, por violar la voluntad del pueblo venezolano, que eligió al opositor Edmundo González Urrutia como presidente electo. La presidenta de Perú, Dina Boluarte, ha rechazado este viernes la toma de posesión de Maduro y ha asegurado que esta se ha producido de forma «fraudulenta» dado que fue el veterano opositor el que ganó las elecciones de julio en el país caribeño.

«El Gobierno del Perú lamenta y rechaza que Nicolás Maduro haya asumido fraudulentamente la presidencia de Venezuela. El Gobierno peruano no lo reconoce como presidente», ha afirmado la presidenta en un comunicado en el que ha señalado que es la «voluntad popular» el «único origen legítimo del Gobierno». En este sentido, ha dicho apoyar «decididamente» el inicio de «la recuperación de la institucionalidad democrática a través de un proceso de transición pacífica que respete la legítima voluntad del pueblo venezolano». «Perú reitera su firme exigencia para que se respeten los derechos de la comunidad peruana en Venezuela y, especialmente, para que se libere de inmediato a los peruanos que permanecen injustamente detenidos», ha dicho.

Por su parte, la Presidencia de Paraguay ha ratificado en un comunicado publicado en redes sociales su «firme apoyo al presidente electo» Edmundo González y ha condenado «absolutamente» las acciones ilegítimas de Nicolás Maduro. «Asimismo, expresa su solidaridad con el pueblo venezolano, que lucha por obtener su libertad y volver a vivir en democracia, exige las garantías fundamentales para todos los habitantes, incluyendo los extranjeros que residen en dicho país y reclama el respeto a los Derechos Humanos y la liberación de los presos políticos en Venezuela», ha agregado.

De igual forma, el Ministerio de Exteriores de Ecuador ha condenado en un comunicado el «irrespeto de la voluntad popular que ha perpetrado el régimen de Maduro, quien ha tomado posesión de un cargo que ha sido arbitrariamente arrebatado al pueblo venezolano». «Lamenta profundamente que Venezuela siga una senda dictatorial y que Maduro condene a su pueblo a un aciago futuro sin libertad ni respeto a los derechos políticos y sociales», ha subrayado, advirtiendo además de la «penosa y a la vez peligrosa situación» a la que se verá avocado el pueblo venezolano.

También se ha pronunciado el Ministerio de Exteriores de Chile, que ha reiterado su posición de que el pueblo venezolano tiene «derecho a decidir su propio destino» y ha asegurado que la toma de posesión de Maduro carece de «legitimidad democrática». «El proceso electoral del 28 de julio de 2024 fue fraudulento y careció de los más mínimos estándares de transparencia e integridad. Por esta razón, la investidura de Nicolás Maduro el día de hoy está desprovista de toda legitimidad democrática», ha apuntado. Además, la cartera de Exteriores chilena ha condenado «aumento de la represión y persecución política en Venezuela», mientras que también ha exigido «el pleno respeto de los Derechos Humanos y el restablecimiento de un orden democrático y de las libertades fundamentales de su pueblo».

El Ministerio de Exteriores de Uruguay ha condenado también la toma de posesión de Maduro este viernes, que era «la fecha» señalada para que Venezuela «retomara la senda democrática como determinó el mandato popular» e iniciase «una transición en paz». «Hoy asistimos a la consolidación y al aislamiento internacional de un régimen autoritario que continuará gobernando sin ninguna legitimidad democrática, cada vez más alejado de su propio pueblo y de los valores de democracia, libertad y respeto de los Derechos Humanos por los que nuestra región tanto luchó», ha argüido. Así, ha afirmado que seguirán trabajando con «socios regionales e internacionales» a fin de que «no sea convalidado el triunfo de la fuerza y la opresión». De igual forma, ha hecho un llamamiento «urgente» a terminar con «la violencia» y a liberar «a todos aquellos que han sido detenidos arbitrariamente».

Por su parte, el presidente de Colombia, Gustavo Petro, ha criticado el contexto de «bloqueo» en que tuvieron lugar las elecciones celebradas en julio y ha insistido en optar por el diálogo como solución a la actual situación política en el país. «Si las elecciones de Venezuela no fueron libres, al realizarse bajo el bloqueo económico que se convierte en una extorsión explícita, es importante mantener la tesis del dialogo político más amplio posible en Venezuela, el levantamiento integral del bloqueo y una nueva posibilidad de expresión libre del pueblo de Venezuela», ha opinado Petro en un mensaje difundido en su cuenta en la red social X.

En la misma línea, el secretario general de la Organización de Estados Americanos (OEA), Luis Almagro, ha lamentado que Maduro haya firmado hoy su permanencia al frente del Ejecutivo venezolano por las implicaciones de este acontecimiento en materia de derechos y de democracia. «Cómo habíamos previsto y adelantado, el régimen bolivariano da continuidad al gobierno de facto de Nicolás Maduro. No hubo fiesta del pueblo cuya soberanía ha sido conculcada una vez más», ha expresado Almagro en una publicación compartida en la misma plataforma, lamentando que «los crímenes de lesa humanidad, el terrorismo de Estado, la tortura y los presos políticos siguen reproduciéndose en (medio de) la impunidad dictatorial» a la que asiste Venezuela.

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