La Inteligencia británica ocultó a Isabel II que tuvo un espía soviético en Buckingham
La monarca fue informada una década después ante el temor de que terminase enterándose por otras vías
Los servicios de Inteligencia de Reino Unido ocultaron durante casi una década a la reina Isabel II que uno de los miembros de su corte había confesado que colaboraba con Rusia, según documentos desclasificados este martes que se retrotraen a mediados del siglo XX.
El espía en cuestión era Anthony Blunt, un historiador de arte que durante décadas supervisó la colección de arte de la reina y que pertenecía a los ‘Cinco de Cambridge’, un grupo de espías británicos. En 1964 Blunt confesó a las autoridades que llevaba colaborando con la Inteligencia de la Unión Soviética desde los años 30, también en plena Segunda Guerra Mundial.
El MI5 guardó esta información en secreto y pasados nueve años, ya en los años 70, fue trasladada a la monarca ante el temor de que terminase enterándose por otras vías en caso de que Blunt muriese o la prensa pudiese investigar los hechos, informa la BBC.
Los informes divulgados ahora reflejan que la reina reaccionó «muy calmada y sin sorpresa» a la información sobre Blunt, que logró ocultar su verdadera labor hasta 1951, cuando dos antiguos miembros de los ‘Cinco de Cambridge’ huyeron a territorio soviético, lo que provocó que este fuese entrevistado por la inteligencia británica.
La confesión garantizó a Blunt inmunidad frente a potenciales procesamientos, aunque su caso ya era de conocimiento público desde que en 1979 la entonces primera ministra, Margaret Thatcher, lo expuso ante el Parlamento. El antiguo espía terminó falleciendo cuatro años más tarde, en 1983.