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Crónicas de la era Trump

Trump al ataque: recortes, aranceles y un duro choque con los demócratas en el Congreso

Washington DC ha vivido una de las semanas más intensas en materia política por los recortes del presidente

Trump al ataque: recortes, aranceles y un duro choque con los demócratas en el Congreso

El demócrata Al Green interpela a el presidente Donald Trump en el Capitolio. | Win McNamee (Reuters)

Lo que sucede en las calles de Washington DC estos días no solo afecta a los ciudadanos de Estados Unidos, sino que tiene repercusiones globales. Y pocos parecen entenderlo mejor que el presidente de país, Donald Trump, que sigue siendo una verdadera marea de noticias.

Con este contexto en mente, el mandatario ha protagonizado esta primera semana de marzo de 2025 una de las jornadas más intensas, empezando por un discurso ante el Congreso que dejó claro que sus prioridades han cambiado y que su enfoque será más radical que nunca.

Aunque la Administración no ha evitado la controversia, sus decisiones reflejan una postura clara y firme de reestructuración del Gobierno federal, menos burocracia y más eficiencia con Elon Musk de la mano. En el camino, Trump ha generado fricciones, no solo con los opositores, sino también con algunos sectores del Gobierno.

Cabe recordar que el pasado 5 de marzo de 2025, Donald Trump llegó ante el Congreso para su primer discurso de su segundo mandato, aunque no tratándose del famoso State of the Union, que es el discurso que dará seguramente en un año, marcando el inicio de una nueva etapa en la Casa Blanca. Su mensaje fue claro: la reestructuración del Gobierno federal. 

Trump insistió en la necesidad de reducir el gasto público, recortar la burocracia y devolver más poder a los estados, poniendo fin a lo que describió como un “Gobierno federal ineficiente y costoso“. 

Su corbata de tono púrpura, para muchos un mensaje de unidad bipartidista, estuvo distante del mensaje en el que no desperdició la oportunidad para criticar duramente a los demócratas que, impávidos en sus asientos, sostenían letreros criticándolo. Uno de ellos, con la frase: This is not normal”.

Y es que uno de los momentos más tensos del discurso ocurrió cuando el congresista Al Green interrumpió a Trump, con un bastón en su mano apuntando al presidente (como se puede apreciar en la foto que hay sobre estas líneas), para criticar su postura sobre recortes en programas clave como Medicaid. 

Green, conocido por su postura firme en contra de Trump, expresó su desacuerdo de manera clara y directa, no en vano siendo uno de sus más férreos contradictores. Esta confrontación destacó no solo la polarización política que se vive en el Congreso, sino también el estilo combativo del presidente ante cualquier desafío. 

A pesar de las críticas, Trump no mostró signos de retroceder y continuó con su discurso, reafirmando su compromiso con sus políticas y desafiando cualquier oposición. La seguridad del Capitolio sacó a Green del recinto ante el aplauso de una mitad del pleno, el ala republicana que entre vítores bajo el lema “hacer a Estados Unidos grande de nuevo”, no dejan de ver en Trump el símbolo del regreso republicano al Despacho Oval.

El impacto de la reestructuración de agencias federales

Sin duda alguna, uno de los principales focos de la administración Trump durante esta semana han sido los recortes drásticos en varias agencias federales, especialmente en la Agencia de los Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (USAID). 

De hecho, un juez federal llamado Carl Nichols rechazó la solicitud de los contratistas de USAID de evitar los despidos masivos, lo que permitió a la administración seguir adelante con sus planes de desmantelar la agencia. La Casa Blanca ha argumentado que estos recortes son necesarios para reducir el tamaño del Gobierno y redirigir los recursos hacia las prioridades internas, como la seguridad y el bienestar económico de los ciudadanos de los Estados Unidos.

A pesar de las protestas de algunos grupos y sectores que consideran que este enfoque podría afectar la política exterior de Estados Unidos, Trump sigue defendiendo que la asistencia internacional debería ser manejada por el sector privado y organizaciones no gubernamentales, no por una agencia del Gobierno federal. 

La educación bajo la lupa

El Departamento de Educación ha estado en el centro de debate durante esta semana, ya que se está evaluando la posibilidad de eliminarlo por completo. Aunque no se ha tomado una decisión final, la administración Trump ha planteado la idea de transferir las responsabilidades educativas a los estados y reducir la intervención del Gobierno federal en el sistema educativo, casi como cumplimiento de una de sus promesas bandera en campaña.

Aunque la propuesta ha generado reacciones mixtas, algunos consideran que podría ser una oportunidad para permitir que los estados gestionen de manera más eficiente sus propios sistemas educativos, sin la supervisión del Gobierno central.

Aranceles y negociaciones con México y Canadá

En el ámbito comercial, Trump ha mantenido su postura firme respecto a los aranceles. Esta semana, la Casa Blanca extendió el plazo de los aranceles del 25% sobre productos provenientes de México y Canadá hasta el 2 de abril de 2025, en un esfuerzo por presionar a ambos países para que intensifiquen los esfuerzos en controlar la inmigración ilegal y el tráfico de fentanilo. La extensión de los aranceles responde a las negociaciones en curso entre la administración Trump y los gobiernos de México y Canadá, que se comprometieron a tomar medidas más estrictas para abordar estos problemas.

El presidente ha sido claro en su enfoque: la política comercial no solo se centra en el equilibrio económico, sino también en la seguridad nacional. Trump ve los aranceles como una herramienta para obligar a los países vecinos a cooperar más estrechamente en temas que considera críticos para la seguridad y bienestar de Estados Unidos. Si bien esto ha generado tensiones con los socios comerciales, la administración Trump está dispuesta a mantener la presión hasta que se logren los cambios que considera necesarios.

El respaldo de Elon Musk y la tijera en el derroche

Esta semana, el multimillonario Elon Musk también se unió al apoyo de la agenda de recortes de Trump, participando en una reunión con congresistas republicanos en la que discutió cómo convertir en ley los recortes al presupuesto federal. 

Musk, un defensor abierto de Trump, ha respaldado su enfoque de reducir el tamaño del Gobierno y ha argumentado que estos cambios no solo harán al Estado más eficiente, sino que también ayudarán a mejorar la economía. Tanto es así que lo vimos recientemente elogiando al Gabinete Trump, calificándolo como una especie de dream team.

La participación de Musk subraya el fuerte apoyo empresarial a las políticas de Trump, especialmente entre aquellos que creen que la reducción del Gobierno federal permitirá un crecimiento económico más rápido y un entorno empresarial más flexible. 

La pregunta que muchos en Capitol Hill se hacen, entre cócteles y reuniones de la vida tranquila de la capital de los Estados Unidos, agitada por estos días, es: ¿cuánto durará la luna de miel política entre Musk y un gabinete tan amplio?

¿Un camino de rosas y espinos?

Ahora bien, mientras el presidente Trump sigue implementando su agenda de reformas y recortes, es evidente que las tensiones en Washington siguen siendo significativas. Aunque algunos de sus aliados apoyan sus políticas y consideran que son necesarias para un cambio radical en la estructura del Gobierno, otros, como Al Green, continúan desafiando al presidente y su enfoque. La Administración Trump sabe que las reformas no serán fáciles y que enfrentará resistencia tanto en el Congreso como en la sociedad, pero sigue adelante con su objetivo de reducir el tamaño del gobierno federal y hacer de Estados Unidos un país más autónomo y menos dependiente de las instituciones burocráticas.

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