Edmundo González: «Vamos a encontrar una salida para recuperar la democracia»
El presidente electo de Venezuela admite que “sería muy grato” que el Gobierno español le reconociese como tal
Edmundo González Urrutia (La Victoria, Venezuela, 1949) lleva desde el pasado 8 de septiembre asilado en Madrid. Tuvo que salir de Venezuela para evitar ser encarcelado por el régimen de Nicolás Maduro, quien sigue en el poder a pesar de haber perdido con claridad las elecciones presidenciales del pasado 28 de julio en las que el veterano diplomático fue su contrincante. No era la primera vez que la oposición venezolana se alzaba con la victoria, pero sí ha sido la primera ocasión en que se ha podido demostrar el robo de los comicios gracias a un portentoso trabajo del equipo liderado por María Corina Machado, que logró publicar en Internet los resultados del 84% de las mesas electorales. González mantiene intacta la ilusión por derrocar a Maduro y está embarcado en una intensa gira internacional para convencer al mundo de que hay que acabar con el régimen chavista. Sin embargo, desde el 7 de enero hay algo que le perturba especialmente: la desaparición de su yerno en Caracas mientras llevaba a sus dos hijos al colegio.
PREGUNTA.- ¿Cómo lleva su asilo en España?
RESPUESTA.- Muy bien, pero si estuviera como turista sería mejor.
P.- ¿Cómo es su vida en Madrid? Cuéntenos un poco su día a día.
R.- Mi día a día se reparte entre las acciones internacionales que estamos llevando a cabo para denunciar al régimen de Maduro y el trabajo aquí en Madrid. Nuestras tareas están orientadas a desenmascarar todo lo que ocurre en Venezuela. Estamos en una fase donde hay violaciones sistemáticas de los derechos humanos, crímenes de lesa humanidad, desapariciones forzosas… y un clima político enrarecido con circunstancias muy complicadas. Ejercer la función política hoy día en Venezuela no es nada fácil. Es una tarea que implica riesgos a la seguridad personal. Por ejemplo, desde el año 2004 han sido cerrados cerca de 400 medios de comunicación, y eso incluye emisoras de radio, emisoras de televisión, prensa escrita… Como comprenderás, en ese clima tú no puedes hablar de que estás ejerciendo una democracia plena.
P.- Desde que salió de Venezuela el 8 de septiembre ha desplegado una intensa gira internacional que le ha llevado a numerosos países y a verse con importantes líderes mundiales. ¿Qué balance hace de esos viajes?
R.- El balance es altamente positivo, no solamente por el número de figuras políticas con quienes me he reunido, sino por el tratamiento recibido, la receptividad que hemos tenido a nuestros planteamientos en todos los lugares que hemos visitado.
P.- ¿Qué es lo que más añora de Venezuela?
R.- Todo. Yo tenía una rutina de trabajo y de vida que comenzaba muy temprano desde el balcón de mi casa viendo el valle de Caracas, alimentando a las guacamayas que venían a comer a mi mano…
P.- Allí ha dejado usted a una parte de su familia, y creo que el 7 de enero desapareció su yerno…
R.- Así es.
«Con la desaparición de mi yerno buscan doblegarme, quebrarme la voluntad, pero ni lo han logrado ni lo van a lograr»
P.- Tengo entendido que fue delante de sus nietos. ¿Sabe algo de él?
R.- No se sabe absolutamente nada. Ese secuestro fue al mediodía delante de sus hijos de cuatro y cinco años. Y hasta hoy no se sabe dónde está o en qué condiciones está. Mi hija ha ido a todos los centros de detención que hay en Caracas y en todos invariablemente la respuesta es la misma: «Aquí no está».
P.- ¿No tienen ni siquiera constancia de que esté vivo?
R.- Nada. Ni una palabra.
P.- ¿Ni una llamada telefónica, ni una prueba de vida?
R.- Nada, y eso que esas son circunstancias que están previstas en nuestro ordenamiento jurídico: tienes derecho a una llamada de tu familia y al contacto con tus abogados de confianza. Nada de eso ha sido posible.
P.- ¿Cómo están sus nietos tras perder de esa manera a su padre?
R.- Los veo a menudo, pero no les toco el tema, por supuesto, porque es algo penoso. No quiero refrescarles ese momento desagradable que vieron. Pero hablo todos los días con ellos vía zoom, hasta dos y tres veces al día.
P.- ¿Y cómo está su hija?
R.- Con mucho temple, con mucha fortaleza. Y dedicada a buscar a su esposo todos los días que pueda.
P.- El problema es que imagino que debe ser muy duro pensar que probablemente su yerno esté ahora mismo en la cárcel porque usted se ha metido en política y ha ganado las elecciones.
R.- De eso estoy absolutamente seguro. Es un secuestro contra mí, como dirigente que ganó unas elecciones con una importante votación muy superior a la del otro candidato. Es una extorsión hecha a Edmundo González, a ver si pueden doblegarlo y dejarlo fuera de la carrera.
P.- ¿Con ese secuestro están intentando que usted se calle?
R.- Exactamente. Pero no lo han logrado y no lo van a lograr.
P.- ¿Se siente culpable de ese padecimiento de su yerno?
R.- ¿Cómo quieres que no acepte cierto grado de responsabilidad en eso? No teniendo alguna, claro. A él lo están inculpando solamente por el hecho de ser mi yerno. Y lo que es más grave: en el ordenamiento jurídico venezolano tú no puedes traspasar esas responsabilidades a otros miembros de la familia.
P.- El caso de su yerno no es el único, sabemos que cientos de personas están en una situación parecida.
R.- Absolutamente. Hay personas que están detenidas, desaparecidas y que nadie sabe dónde están. Es una tortura blanda, que consiste en tener un familiar, un esposo, un hijo, una hija que está en esa circunstancia y tú estás sufriendo una carga importante. Eso es lo que buscan, lo que persiguen es doblegarte para tratar de quebrarte la voluntad y dejar de hacer lo que estás haciendo.

P.- ¿Cómo está María Corina Machado?
R.- Muy activa. Hablamos con frecuencia por zoom, dirige las reuniones semanales de los equipos nuestros con gran fortaleza. Ella ha demostrado mucho coraje y valentía.
P.- Usted tenía intención de ir a Venezuela a tomar posesión el 10 de enero. ¿Por qué no pudo hacerlo?
R.- Las circunstancias no permitieron que yo pudiera regresar a Venezuela.
P.- ¿Fue una cuestión de seguridad?
R.- Por supuesto. Las amenazas que había sobre mi persona eran terribles.
P.- Perdida esa opción, ¿cuál es el plan ahora?
R.- Seguir trabajando hasta que logremos recuperar la democracia en Venezuela. Y lo estamos haciendo con mucho fuerza, con muchas ideas, con mucho valor, con mucho entusiasmo y todas las cosas que hacemos están respaldadas por la gran mayoría de los venezolanos que nos acompañan en este esfuerzo para recuperar la libertad y la democracia en Venezuela.
P.- ¿Qué tiene que pasar para que caiga Maduro?
R.- Que le corten el respaldo básicamente los sectores de las Fuerzas Armadas.
P.- ¿Y eso puede suceder pronto?
R.- Había un dirigente político en Venezuela que decía que los militares eran leales hasta que dejaban de serlo. Algo de eso puede ocurrir en Venezuela.
P.- ¿Qué tiene que pasar para que dejen de apoyar a Maduro?
R.- Que le quitan el respaldo.
P.- ¿Pero se puede hacer algo para incentivarles a ello?
R.- Yo creo que todas las cosas que estamos haciendo nosotros, que las hacemos de manera transparente, diáfana de cara al país, es la forma en que se revela que el gobierno no tiene la razón. Cuando tú estás haciendo uso de la verdad y de la razón que tienes, se nota la diferencia.
«Es posible que haya conversaciones con el régimen de Maduro, tú no puedes cerrar todas las puertas: el diálogo es la esencia de la política»
P.- ¿Usted mantiene algún hilo de contacto con el régimen?
R.- No.
P.- ¿No hay ningún tipo de conversación?
R.- Yo en lo personal no, pero puede ser que haya algunos actores que sí lo tengan.
P.- ¿Hay alguien que esté hablando?
R.- Es posible que haya conversaciones con el régimen. Tú no puedes cerrar todas las puertas: el diálogo es la esencia y la naturaleza de la política.
P.- ¿La solución que usted prevé para que llegue por fin la democracia a Venezuela es una transición ordenada fruto del diálogo?
R.- Ordenada y en paz. Ese fue el mensaje que nosotros transmitimos durante la campaña electoral: una transición ordenada y sobre todo en paz y de acuerdo a las pautas que tiene la Constitución.
P.- ¿Le gusta lo que está haciendo Donald Trump en relación a Venezuela en estas primeras semanas de mandato? ¿Le gustaría un poquito más por su parte?
R.- Yo no me quiero meter en esas honduras porque es complicado. Trump está metido ahorita en el epicentro de la política mundial, con las crisis en Ucrania y en el Medio Oriente. Yo prefiero pensar en la solución de los problemas que atañen a los venezolanos y que se restituyan las libertades democráticas en Venezuela.
P.- Pero entiendo que es fundamental también el papel que desempeña Estados Unidos en ese proceso…
R.- Estados Unidos y la comunidad internacional en su conjunto, porque el apoyo internacional es fundamental.

P.- ¿El conflicto territorial que hay con Guyana puede desencadenar algún tipo de represalia de Estados Unidos que ayude a acabar con Maduro?
R.- El Gobierno está haciendo algunas provocaciones en ese sentido, como por ejemplo la designación de un número de diputados electos por la zona en reclamación, pero yo creo que eso no va a pasar de allí, eso no va a suceder.
P.- España todavía no le ha reconocido a usted oficialmente como presidente electo. ¿Por qué cree que el Gobierno de Sánchez es tan remiso a ello?
R.- El Gobierno español hizo lo que tenía que hacer. Me ofreció facilidades para el transporte de Caracas a Madrid, me ofreció facilidades para mi condición de asilado político. Yo siempre me he mantenido al margen del debate político interno de la política española. Yo agradezco a las autoridades españolas el tratamiento que he recibido, la facilidades que me han brindado, la protección que me están dando, que ya es bastante decir.
P.- Pero el Parlamento Europeo sí que le reconoció como presidente electo y el Gobierno no. ¿Le gustaría que España diera un paso más?
R.- Bueno, siempre sería muy grato, por supuesto.
P.- ¿Qué opinión tiene usted de Pedro Sánchez?
R.- Que es el jefe de Gobierno de España.
P.- ¿Cómo fue su reunión en La Moncloa?
R.- Fue una reunión muy grata, muy cordial, donde me puso a disposición las facilidades que me podía ofrecer el Gobierno español y no tengo sino palabras de reconocimiento, la verdad.
P.- Supongo que sabe que hubo cierta polémica porque normalmente cuando el presidente del Gobierno español recibe a un mandatario internacional se le da un cierto tratamiento protocolario. Con usted hubo solo una especie de paseo por los jardines. ¿Se sintió ninguneado?
R.- Yo me sentí muy a gusto porque compartimos un desayuno. Me sentí muy cómodo y creo que ese es un gesto de mucha cordialidad también.
«Zapatero jugó un papel en las negociaciones para mi salida de Venezuela y se lo agradezco»
P.- ¿Qué opinión tiene de Zapatero?
R.- Yo entiendo que él jugó un papel en las negociaciones para mi salida de Venezuela y se lo agradezco. Entiendo que intervino con los emisarios del régimen que estuvieron negociando mi salida del país, negociaciones que fueron incómodas y bajo presión. Para mí ese acuerdo entre comillas no tiene mayor validez, porque todo acuerdo firmado o aceptado bajo coacción no puede tener validez.
P.- Recordemos que usted estuvo durante un tiempo acogido en la embajada de Países Bajos y luego pasó a la española, que está prácticamente al lado. En un momento dado, acuden a verle a la embajada española los hermanos Rodríguez, Delcy y Jorge. Hemos visto las fotografías en donde sale también el embajador y usted firma unos documentos. Entiendo que usted decidió salir del país porque se sintió inseguro…
R.- Sí, sí. Yo tenía una acusación de siete cargos que me hubieran llevado varios años a la prisión si se hubieran cumplido.
P.- ¿Y los que le presionaron y le coaccionaron fueron los hermanos Rodríguez?
R.- Ellos fueron enviados por el Gobierno para lograr que yo suscribiera ese documento donde se establecían una serie de condiciones para permitir mi salida del país.

P.- ¿Qué condiciones?
R.- Bueno, que no me metiera en la política, que respetara las reglas democráticas, ese tipo de cosas…
P.- ¿Qué papel jugó ahí el embajador español?
R.- En la residencia del embajador español pasé dos días. Allí suscribimos ese documento que era la condición que me pusieron para salir del país. El Gobierno español tuvo la amabilidad de ofrecerme un avión de la Fuerza Aérea Española para trasladarme de Caracas a Madrid.
P.- ¿Volverá pronto a Venezuela?
R.- Espero que sí. El 28 de julio hubo un ganador con una ventaja importante. Lo que pasa es que estamos tratando con un gobierno que no respeta las reglas.
P.- ¿Qué le diría a esos millones de venezolanos de todo el mundo que en estos meses han perdido la ilusión tras la victoria electoral de la oposición el pasado 28 de julio?
R.- Cada vez que yo salgo a la calle en Madrid me encuentro con muchos venezolanos que viven acá y que me transmiten mensajes de afecto y de cariño. A esa gente yo lo que les invito es a mantener ese sentimiento hasta que logremos la libertad y la restauración de la democracia en Venezuela, porque eso va a venir.
P.- Lo que pasa es que es difícil., han pasado muchos años...
R.- Sí, por supuesto que no es fácil en un régimen que tiene bajo su control todos los poderes del Estado.
P.- Pero es que además la evolución es hacia peor. Se están vulnerando cada vez más los derechos humanos. Es decir, parece como si no hubiera salida y todo fuera a peor...
R.- La va a haber. Vamos a encontrar una salida, vamos a lograr la recuperación de nuestra democracia y todos los venezolanos que han tenido que salir del país por razones políticas tendrán nuestros brazos abiertos para que juntos logremos la recuperación de Venezuela.