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La madre de un secuestrado por Hamás: «La llegada de Trump me ha dado esperanzas»

Alon Ohel lleva secuestrado 530 días y podría estar siendo torturado desde el fin de la tregua del pasado martes

La madre de un secuestrado por Hamás: «La llegada de Trump me ha dado esperanzas»

Idit Ohel, madre de un chico secuestrado por Hamás el 7-0, atiende a THE OBJECTIVE en su casa, en Lavon (Israel). | Moze Mizrachi

Idit Ohel es la madre de Alon, uno de los 59 israelíes que continúan secuestrados por Hamás desde el 7 de octubre de 2023. El mayor de sus tres hijos fue capturado a la salida del Festival Nova y lleva ya 530 días como rehén. Sigue vivo, pero solo. Sus compañeros fueron liberados el pasado mes. Cuando comenzó su cautiverio tenía 22 años. Ahora, 24. Le gustaba tocar el piano, que es lo primero que su madre enseña cuando recibe a THE OBJECTIVE en su casa, ubicada en la pequeña comunidad de Lavon, al norte de Israel. Nadie lo ha tocado desde entonces.

El piano que solía tocar Alon Ohel continúa intacto en el salón de la casa de su madre.

«Ayudadme a traerlo a casa», es la condición que pone Idit antes de proseguir la conversación. Lo echa de menos. El 7-O, Alon se resguardó en un refugio junto a casi una treintena de jóvenes que huían de la fiesta. 19 fueron asesinados por Hamás, siete fueron disparados pero sobrevivieron y cuatro fueron secuestrados. Entre ellos, su hijo. Su último mensaje lo escribió por WhatsApp a las ocho de la mañana: «Estamos en un refugio, estoy bien». Su madre no ha vuelto a saber directamente de él.

Una de las liberadas mantiene una buena relación con ella. La conoce bien antes de presentarse en su casa, pues Alon le había contado todo sobre ella. Era uno de los juegos que mantenían en cautiverio para conservar la lucidez: hablar de sus seres queridos. La otra actividad favorita de su hijo era silbar todas las melodías que ya no podía tocar. Sabe por sus compañeros que está vivo, pero herido. Ha perdido la visión de un ojo, y teme que se quede ciego si no le trata a tiempo un médico.

Torturado en guerra

Su situación se ha vuelto delicada tras la ruptura de la tregua por parte de Benjamin Netanyahu. Los rehenes relatan que durante la guerra los terroristas los tratan peor: los atan, los apalean y les dan de comer una vez al día. «Cuando se dio el alto al fuego, Hamás lo trató mejor», asegura Idit, que sabe también por la excompañera de cautiverio de su primogénito que «cuando hay guerra, los terroristas de Hamás pueden ser brutales». «Eso significa que ahora lo estarán tratando peor», lamenta.

Son muchos los familiares de las víctimas que consideran que el fin del alto al fuego pone en peligro las vidas de sus seres queridos. Este pasado martes Tel Aviv y Jerusalén se llenaron de manifestaciones y protestas de diferentes organizaciones en apoyo del Foro de Familias de Rehenes y Desaparecidos. Los familiares que apoyan el uso de la fuerza en Gaza son minoría. Idit está en un término medio.

La esperanza sigue viva

La madre del joven rehén de Hamás considera que el primer ministro israelí «está haciendo lo que cree correcto» para traerlo de vuelta. También tiene buenas palabras para Donald Trump, que ha dado el visto bueno a Benjamin Netayahu para interrumpir el alto al fuego: «Ojalá presione para que la guerra termine y los rehenes vuelvan. Si alguien tiene ese poder, es él. Desde luego, me da más esperanzas que el anterior [Joe Biden]».

Sus esperanzas ahora mismo son que «lo tratarán mal, pero no lo van a matar, lo necesitan». Ella confía en que está cerca de reencontrarse con su hijo, a quien lanza un mensaje: «Si me oyes… (se quiebra) Sé que eres fuerte. Quiero que sepas que te queremos, y que hacemos lo que podemos. Cuídate y pronto estaremos juntos».

A través de su desgraciada experiencia, esta madre coraje ha aprendido a vivir en esperanza, así como la importancia de la comunidad. La historia de Alon ha dado la vuelta al mundo y hasta ha inspirado una canción: Alon, you are not alone («Alon, no estás solo»). Idit asegura que no está enfadada con nadie y que no se siente una víctima. Está convencida de que recuperará a su hijo.

Una pancarta con la cara de Alon Ohel continúa colgada en la entrada de la casa de su familia.

Al final de la entrevista, concertada por la Europe Israel Press Association (EIPA), muestra una cita que atribuye a Mahatma Gandhi: «We will succeed changing the world only when we respond to challenges with love and kindness, not with hatred and revenge» (algo así como «Tendremos éxito cambiando el mundo cuando respondamos a los desafíos con amor y cariño, no con odio y revancha»). «Así veo yo la vida», remata.

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