Un senador demócrata lleva más de 21 horas hablando en el Senado de Estados Unidos
Cory Booker, representante de Nueva Jersey, inició el lunes por la noche un discurso contra la administración de Trump

El senador demócrata Cory Booker, durante su discurso. | YouTube
El senador demócrata Cory Booker, representante de Nueva Jersey, inició el lunes por la noche un discurso en el que advertía sobre los “graves y urgentes” peligros que enfrenta la democracia estadounidense bajo la administración de Donald Trump y las “dañinas” políticas del Gobierno. Su intervención continua al cierre de esta edición, 21 horas después.
«Me yergo con la intención de alterar el funcionamiento normal del Senado de Estados Unidos durante tanto tiempo como físicamente pueda», expresó poco después de comenzar su intervención. «Me levanto porque creo sinceramente que nuestra nación está en crisis».
El senador aseguró haber escuchado numerosos testimonios de «dolor y miedo» por parte de ciudadanos de su estado, tanto republicanos como demócratas, quienes se sienten perjudicados por las políticas impulsadas por Trump. «Instituciones que son características de Estados Unidos, que son singulares en nuestro país, están siendo afectadas, atacadas e incluso destrozadas de forma irresponsable, y yo diría que inconstitucionalmente».
Además, criticó que «en tan solo 71 días, el presidente de EEUU ha causado muchísimo daño a la seguridad y la estabilidad financiera de los estadounidenses, a las bases fundamentales de nuestra democracia e incluso a las expectativas que nuestro pueblo tiene sobre la decencia elemental de nuestras más altas instituciones».
La escena recuerda a la película Caballero sin espada (1939), donde James Stewart hacía uso del filibusterismo para denunciar la corrupción existente, haciendo de su intervención en el senado una maratoniana sesión en la que, amparado por la ley, se negaba a ceder el uso de la palabra.
Pese a su duración, el discurso de Booker no encaja en lo que se conoce como filibusterismo, ya que su objetivo no es frenar la aprobación de ninguna ley, como suele ocurrir en este tipo de maniobras parlamentarias. En su lugar, buscaba llamar la atención sobre los recortes presupuestarios, la posible eliminación del Departamento de Educación, los intentos de la administración de Trump por eludir el sistema judicial y la expulsión de personas que se manifiestan en contra del Gobierno.
Para prolongar su intervención, Booker recurre a extensas citas de políticos fallecidos como John McCain y John Lewis, además de artículos de prensa. Algunos de sus compañeros demócratas en el Senado le ofrecen apoyo formulándole preguntas, lo que le permite hacer pausas sin abandonar la tribuna.
Chuck Schumer, líder de la minoría demócrata, ha sido el primero en dirigirse a él, elogiando su «fortaleza y convicción». «Has salido a la tribuna esta tarde para llamar la atención sobre estas inequidades, que perjudicarán al pueblo, que dañarán tanto a la clase media y a los pobres, así como a Estados Unidos y nuestro estatus fiscal, como estás documentando», ha declarado, antes de añadir: «Danos únicamente una pequeña muestra de la fortaleza y de la convicción que te empujan a subir a la tribuna de esta forma inusualmente larga para que la gente sepa lo mal que van a ir las cosas».
En una parte de su discurso, Booker ha enfatizado la necesidad de cooperación entre ambos partidos y ha mencionado una reciente cena con el conservador senador republicano de Texas, Ted Cruz. Este último también ha realizado discursos de gran duración, como el de 21 horas en 2013, en un intento por evitar cambios en los requisitos de acceso a Medicaid, el programa de salud estatal. Durante esa intervención, incluso citó fragmentos de un famoso libro infantil.
A pesar de la extensa duración de su discurso, Booker aún está lejos de romper el récord del Senado estadounidense, establecido en 1957, cuando el senador Strom Thurmond habló durante 24 horas y 18 minutos con el propósito de bloquear una ley de derechos civiles.