China valora el «paso» de Trump pero pide que asuma su «error» y anule todos los aranceles
El presidente de EEUU excluyó este sábado los aranceles de los teléfonos inteligentes y otros productos electrónicos

Gafas de Apple en una tienda e Hong Kong. | Europa Press
El Gobierno chino ha respondido este domingo a las exenciones arancelarias sobre productos electrónicos declaradas por Estados Unidos como un «pequeño paso» a la hora de corregir una decisión errónea, pero ha pedido al presidente de Estados Unidos que reconozca el «error» que ha cometido y anule por completo los gravámenes adicionales que ordenó el pasado 2 de abril.
Las exenciones norteamericanas, publicadas en un boletín de la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza del país, representan una limitación de los gravámenes al excluir teléfonos inteligentes, ordenadores, microprocesadores y otros productos electrónicos de dos tipos de aranceles: el arancel del 125% aplicado a China y el arancel base del 10% para casi todos los demás países.
En respuesta, el Ministerio de Comercio de China ha indicado que ahora mismo «está evaluando la relevancia del impacto» de las exenciones, pero ha estimado de todos modos que «se trata de un pequeño paso para corregir la práctica errónea que representan las tarifas recíprocas».
La Casa Blanca tiende la mano a China
Desde Washington, el asesor comercial de la Casa Blanca, Peter Navarro, ha eludido hablar de estas exenciones y ha tendido la mano a China para poner fin a la guerra arancelaria siempre y cuando el gigante asiático estimule su consumo interno y deje de comportarse como un «depredador» a costa de los estadounidenses.
«Tenemos ser claros al respecto. Dicho esto, sería bueno que China hiciera lo que tiene que hacer, que es avanzar hacia una economía más impulsada por el consumo interno, y dejar de ser el depredador del mundo», ha declarado el asesor en una entrevista con la cadena de televisión estadounidense NBC.
Navarro no ha confirmado si ahora mismo hay contactos abiertos con China, aunque si ha recalcado la «buena relación» entre su jefe, Donald Trump, y el líder chino, Xi Jinping: «Estamos atravesando un período en el que esperamos poder superar esto».
Pekín considera que, desde el estallido de la guerra de aranceles, «Estados Unidos no solo no ha conseguido resolver ningún problema interno, sino que ha socavado gravemente el orden económico y comercial internacional, interferido seriamente con la producción y el funcionamiento normales de las empresas y la vida y el consumo de las personas, y han perjudicado a otros».
En este sentido, el Gobierno chino insta a Estados Unidos a que «escuche las voces racionales» tanto dentro como fuera de sus fronteras y siga esta decisión con «un gran paso para corregir sus errores, y elimine por completo esta práctica» para «regresar a la senda del respeto mutuo y la resolución de diferencias a través del diálogo en términos igualitarios».