India ataca Pakistán con misiles tras semanas de tensión entre ambos países
El reciente ataque mortal en Cachemira, que acabó con la vida de 26 civiles, ha despertado antiguos rencores

Imagen de uno de los bombardeos. | X
El Ejército de India ha atacado este martes «infraestructura terrorista» en Pakistán con misiles, según ha informado el Gobierno indio. Además, según señalan diversos medios internacionales, el estado de Cachemira está sufriendo un intenso bombardeo.
Nueva Delhi asegura que se trata de una operación antiterrorista en la región fronteriza, donde hace dos semanas se produjo un atentado contra decenas de civiles. “Hace unas horas, las Fuerzas Armadas de India lanzaron la ‘OPERACIÓN SINDOOR’, atacando infraestructura terrorista en Pakistán y en la región de Jammu y Cachemira ocupada por Pakistán, desde donde se han planificado y dirigido atentados contra India”, ha asegurado el Gobierno indio en un comunicado. “En total, se han alcanzado nueve objetivos”.
“Nuestras acciones han sido enfocadas, medidas y no pretenden dar lugar a una escalada. No se han atacado instalaciones militares pakistaníes. India ha demostrado una considerable moderación en la selección de los blancos y en el método de ejecución. Estas medidas se adoptan tras el atroz atentado terrorista en Pahalgam, en el que fueron asesinados 25 ciudadanos indios y un ciudadano nepalí. Estamos cumpliendo con el compromiso de hacer que los responsables de este ataque rindan cuentas”. Por su parte, un portavoz del Gobierno pakistaní ha asegurado que el país musulmán responderá a “este ataque cobarde”.
La situación trae recuerdos familiares. En 2016, tras la muerte de 19 soldados en Uri, India llevó a cabo operaciones militares selectivas al otro lado de la Línea de Control —la frontera de facto con Pakistán— con el objetivo de desmantelar campamentos insurgentes.
En 2019, un atentado suicida en Pulwama causó la muerte de 40 miembros de las fuerzas paramilitares indias y provocó una respuesta aérea contra Balakot, marcando el primer bombardeo en suelo pakistaní desde 1971. Esa ofensiva desató una serie de represalias, incluida una confrontación aérea entre ambos países.
Aún antes, en 2008, los ataques coordinados en Bombay —que se prolongaron durante más de dos días y afectaron hoteles, una estación ferroviaria y un centro judío— dejaron 166 muertos y causaron conmoción a nivel internacional. En todas estas ocasiones, India ha responsabilizado a grupos armados con base en Pakistán, acusando al Gobierno de Islamabad de brindarles apoyo indirecto, acusaciones que siempre han sido rechazadas por Pakistán.
Desde las operaciones de 2016 y especialmente tras los bombardeos de 2019, la dinámica del conflicto ha cambiado drásticamente. Las ofensivas transfronterizas y aéreas por parte de India se han convertido en una herramienta habitual, generando respuestas similares por parte de Pakistán y elevando el nivel de tensión regional.
En este complejo panorama, India ha vuelto a debatirse entre una respuesta firme y la contención diplomática. Finalmente, ha optado por lo primero.