The Objective
El buzón secreto

El Mossad no lucha solo contra Irán: los que le ayudan

El Mossad es bueno, no cabe duda, pero cuenta con grandes apoyos de otros servicios secretos

El Mossad no lucha solo contra Irán: los que le ayudan

La bandera de Irán sobre un coche calcinado tras los bombardeos israelíes. | Ircs (Zuma Press)

En el inicio de la guerra de Israel contra Irán vimos unos ataques selectivos sorprendentes, algo difícil de imaginar y de prever, factor que contribuyó a hacer que la imagen de éxito fuera más rotunda. Mataron en distintos atentados a Mohammad Bagheri, jefe del Estado Mayor de las Fuerzas Armadas; Hossein Salami, líder de la Guardia Revolucionaria; Gholamali Rashid, jefe del Cuartel General Central Jatam al Anbiya; y, entre otros más, por no alargarnos mucho, a los jefes de la Fuerza Aeroespacial y de Inteligencia de la Guardia Revolucionaria.

La conclusión lógica y simple es la de siempre: el Mossad es uno de los mejores servicios secretos del mundo, por no decir que el mejor. Partiendo de esa premisa cierta, fundamentada en los continuos ataques y asesinatos selectivos que ejecutan, hay que ampliar la mirada y analizar qué tipo de ayudas recibe el Instituto, como se le llama.

Partamos de un hecho ya demostrado gracias a la desclasificación de papeles secretos encontrados en Suiza. Tras los asesinatos del grupo terrorista palestino Septiembre Negro, durante la celebración de los Juegos Olímpicos de Múnich de 1972, el Mossad llevó a cabo una operación de venganza llamada «Cólera de Dios», para asesinar a los responsables y, de paso, a otras personas vinculadas con atentados contra Israel.

La Red Kilovatio les apoyó en 1972

Hace unas semanas se confirmaron las sospechas que siempre había habido: los servicios secretos occidentales apoyaron al Mossad aportando información imprescindible y de alta calidad para que pudieran ejecutar a sus presas. En concreto, se probó la ayuda del club de servicios de inteligencia llamado Red Kilovatio, integrado por 18 agencias, entre las que estaban Estados Unidos, Francia, Gran Bretaña, Italia, Suiza o Alemania Occidental. Nunca lo reconocieron, incluso es probable que algunos de los gobiernos de la época en esos países no fueran informados oficialmente, pero el hecho es que el Mossad era tan listo y bueno porque contaba con esa ayuda secreta.

Después ha seguido pasando lo mismo, sin duda. Especialmente cuando Israel ha sido la punta de lanza contra enemigos comunes, como es el caso de Irán. El 31 de julio del año pasado, Ismail Haniya, el máximo líder de Hamás, fue asesinado en Irán mientras dormía en una residencia de la Guardia Republicana, en teoría uno de los lugares más seguros del país. Le habían colocado una bomba en el cuarto semanas antes y la explosionaron al poco tiempo de irse a dormir. 

Satélites y fuentes a su servicio

En esta operación, en las posteriores y en las que acabo de citar del otro día, han intervenido sofisticados satélites de espionaje con unas capacidades de visión muy detalladas, satélites que utiliza la red Echelon integradas por los países anglosajones y, entre ellos, Estados Unidos y Gran Bretaña.

También son imprescindibles en esos ataques los datos obtenidos mediante el uso de fuentes humanas, agentes sobre el terreno y colaboradores captados para estar lo más cerca posible de los objetivos y no fallar en el momento de asesinarlos. En este campo, el espionaje israelí se lo ha trabajado mucho, pero tienen una ayuda importante en el espionaje de los países de Oriente Medio, que también consideran al líder supremo de la república islámica, el ayatolá Alí Jamenei, como una amenaza a su seguridad. El primer país en el que pienso es Arabia Saudí, aterrorizado de que Irán pueda disponer del arma nuclear, que desde el primer mandato de Trump en Estados Unidos asentó una relación muy especial con Israel, cuya dimensión todavía oculta, fundamentada en una alianza estrecha entre sus servicios de inteligencia. Los saudíes y otros, entre ellos Marruecos, se han entregado a la causa de Israel y harán todo lo posible para que Irán pierda importancia. 

Entre los servicios secretos de los países occidentales y de muchos árabes, el Mossad dispone de una ingente cantidad de información para hacer un daño irreparable a los persas. El Mossad es muy bueno, pero sin esa ayuda no lo sería tanto.

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