Los hutíes, los partidarios de Dios en guerra con Occidente
Operando desde Yemen, los hutíes amenazan el Cercano Oriente con Israel en la exacta trayectoria de sus misiles

El portavoz de los hutíes Yahya Saree.
Hutíes, ¿quiénes son y qué persiguen?
Israel está a 2.200 kilómetros de Yemen, pero su largo brazo militar los tiene en la mira. El movimiento chiita-hutí, Ánsar Alá (partidarios de Dios), tiene en su poder el 30% de Yemen. En ese territorio bajo su control funciona el régimen fundamentalista islámico. Forman parte del grupo zaidíes dentro del chiismo. Agrupan a unos 10 millones de seguidores de los 33 millones de habitantes. Son los amos de Yemen.
Su origen político se levanta en 1990 contra la mayoría suní, representada entonces por el presidente Alí Abdalá Salé, a quien acusaban de reprimir a la minoría chiita. Este contaba con el apoyo sunita de Arabia Saudita. Los hutíes se alzaron en armas contra Salé desde inicios de este siglo con el apoyo del régimen teocrático de Irán. En 2011 se incorporaron a la llamada ‘Primavera árabe’, produjeron presión contra Salé, quien traspasó el poder a su segundo, Abdrabbuh Mansour Hadi. Tras unas negociaciones con Salé, prometiéndole devolverlo al poder con tal de derrocar a Hadi, los hutíes lo asesinaron. Enfrentados a Hadi, en 2015 conquistaron la capital, Saná de la provincia de Sadá al norte de Yemen. Esa acción produjo la huida al exterior de Hadi.
En esa coyuntura del avance militar y político de los hutíes, Arabia Saudita lideró una coalición con Emiratos Árabes Unidos y Bahréin para frenar a los hutíes. Los sauditas tenían claro que se levantaba un adversario cercano, apoyados por sus enemigos iraníes. La campaña militar tenía como objetivo acorralar a los hutíes y reponer en el poder a Hadi. Esa guerra olvidada produjo unos 150.000 muertos y miles de heridos, pero Arabia Saudita y sus aliados no lograron detener la expansión de los hutíes. En 2022 se firmó una tregua.
¿Quiénes son sus aliados?
Hezbolá, la milicia política del Líbano, ha sido el principal amigo en el terreno de los hutíes. Desde 2014 los han entrenado en el campo militar, lo certifica el Centro estadounidense de investigación militar de lucha contra el terrorismo. Irán, ejemplo para ellos, del gran Estado ideal de los chiitas, los mantiene. Los servicios de inteligencia occidentales afirman que Irán sostiene militar y financieramente a los rebeldes yemeníes. Saben que los hutíes han disparado contra Riad mísiles balísticos, de crucero y drones iraníes.
Está claro, que el principal enemigo a abatir para esta parte del mundo islámico es Israel. Es de entender que los israelitas estén golpeando directamente a las instalaciones militares y de producción nuclear en Irán. Eliminando a Irán, promotor de todos esos grupos terroristas chiitas, el efecto dominó sería la consecuencia, al acabárseles su base de sustentación. A Israel, les ha decidido atacar a Irán, su eminente puesta a punto de su poder nuclear. La diplomacia de EEUU ha concluido en que Irán sigue adelanta con su programa de enriquecimiento de uranio. Con lo cual, la opción militar, iniciada por Israel, la ha venido a completar las bombas de penetración estadounidenses.
El poder real de los hutíes
La mayor parte de los yemeníes viven en zonas bajo el control efectivo de los hutíes. La costa del mar Rojo es especialmente sensible a la navegación mercante, especialmente la petrolera. Los hutíes controlan la conexión marítima desde el golfo de Adén, el estrecho Bab el-Mandeb que es la entrada al mar Rojo, vía hacia el canal de Suez. Si los hutíes lograran cerrar ese paso, impediría la navegación allí. Eso daría un golpe mortal a esa vía comercial, que tendrían que surcar por la ruta hacia Europa, rodeando el continente africano con el encarecimiento de los productos en un 170%, especialmente el petróleo. Los hutíes ya han dado pruebas de su capacidad de atacar a esos buques, bloqueado el citado estrecho.
Desde el Consejo de Seguridad de la ONU aseguran que los hutíes congregan hasta 200.000 tropas armadas, equipos de apoyo y partidarios activos en la lucha. El único gobierno reconocido de Yemen por las instancias internacionales es el llamado Consejo Presidencial, cuyo poder fue dado por el presidente depuesto, Hadi desde 2022. Funciona desde Riad, Arabia Saudita. El líder actual de los hutíes es el hermano del fundador de ellos, Abdul Malik al-Houthi, según Euronews. El único poder real sobre el terreno. El gobierno en el exilio es solo un reconocimiento en el papel.
Operaciones coordinadas
Tras la operación de limpieza contra Hamás, iniciada por Israel tras el ataque contra colonos, civiles, militares con 1.200 fallecidos y el secuestro de 250 israelíes, los hutíes mostraron su apoyo al grupo hermano enfilando drones y misiles contra barcos cargueros en ruta hacia el mar Rojo. Fue su apoyo indirecto a la franja de Gaza.
Las fuerzas militares de EEUU y Reino Unido bombardearon a medidos del pasado marzo a los enclaves hutíes en la costa del mar Rojo, asegurando la ruta marítima, que ocupa el 12% del comercio mundial. No obstante, los hutíes han declarado que seguirán en la lucha contra su enemigo sionista. Y han ratificado su apoyo a Hamás: “Están luchando contra los imperialistas, contra los enemigos de la nación del Islam”.
Yahya Saree, portavoz militar de los hutíes, declaró tras el ataque que seguirán operando en el mar Rojo contra buques comerciales o militares estadounidenses que les agredan. Desde mayo pasado, la Casa Blanca cesó la ofensiva al Yemen de los hutíes. Al cierre de este análisis, Israel enfrenta a cuatro enemigos a la vez: Hamás en Gaza, Hezbolá en Líbano, Hutíes en Yemen y la cabeza del sostén de todos ellos, Irán. Un complejo escenario, si se toma en cuenta que Rusia es aliado de Irán y su guerra con Ucrania, no tiene visos de acabar.