Irán bombardea bases de Estados Unidos en Qatar e Irak en respuesta al ataque del sábado
El régimen de los ayatolás ha bombardeado la base estadounidense de Doha, según informan Reuters y Al Jazeera

Misiles iraníes interceptados en el cielo por los sistemas de Defensa, en Doha (Qatar). | Stringer (Reuters)
El régimen de los ayatolás no se ha hecho esperar. Irán ha bombardeado este lunes por la tarde la base militar de Estados Unidos en Doha, la capital de Qatar, según informa Reuters. Las hostilidades continúan en aumento y se puede empezar a hablar de guerra abierta entre ambos países. La televisión estatal iraní también asegura que ha atacado bases americanas en Irak.
De esta manera, Irán responde a la Operación Martillo de Medianoche, la misión estadounidense lanzada el sábado que buscaba destruir las instalaciones nucleares de la antigua Persia. Irán no posee, hasta la fecha, armas nucleares. Vídeos difundidos en redes sociales muestran a las defensas antiaéreas interceptando misiles iraníes.
El Gobierno de Qatar ha asegurado que ha interceptado “con éxito” los misiles de Teherán y que el ataque, ante el que las autoridades qataríes “se reservan el derecho de responder directamente”, se ha saldado sin muertos ni heridos, según han informado los ministerios de Defensa y de Exteriores. La Casa Blanca ha confirmado que Teherán avisó del ataque a Qatar, y por eso este cerró su espacio aéreo pocas horas antes.
Qatar alberga la Base Aérea Al Udeid, construida en 1996 y cuartel del Mando Central de Estados Unidos. Es la mayor, en términos de personal, de todas las que tiene repartidas por la región el país norteamericano, con unos 10.000 efectivos desplegados.
Las hostilidades en la región siguen en aumento, después de meses de escalada. Desde que Israel invadiera la franja de Gaza, Irán ha jurado tomar represalias. Ambos países han intercambiado misiles en numerosas ocasiones en las últimas semanas. La semana pasada, los misiles iraníes consiguieron sortear la Cúpula de Hierro, el famoso sistema de defensa antiaéreo israelí.
La ‘paz tensa’ desde 1979 queda rota
Desde la revolución de los ayatolás de 1979, Estados Unidos e Irán nunca se habían atacado frontalmente. La escalada actual representa uno de los momentos de mayor tensión en la región en los últimos años. Irán respalda actualmente a milicias chiíes en Irak, Siria y el Líbano, y mantiene una estrategia de confrontación asimétrica contra Washington: ataques limitados contra instalaciones estadounidenses para aumentar el costo de la presencia militar de Estados Unidos en la región.
La base aérea de Al Udeid en Qatar no es solo un punto clave para las operaciones estadounidenses en Oriente Próximo, sino un nodo estratégico para la planificación de misiones en Irak, Siria, Afganistán y otras áreas clave para la política de defensa de Estados Unidos. El hecho de que Irán la convierta en objetivo representa una escalada de gran calado, al involucrar al país anfitrión: Qatar. Este país juega un papel de mediador en la región, especialmente en conflictos como el de Gaza y mantiene una relación de colaboración tanto con Washington como con Teherán.
La operación iraní llega tras la llamada Operación Martillo de Medianoche, lanzada por Estados Unidos para neutralizar instalaciones nucleares iraníes, una maniobra que refleja la preocupación de Washington y de Israel por el programa nuclear de Teherán. A pesar de que Irán no posee actualmente armas nucleares, según todos los informes de la AIEA, la sospecha de que pueda alcanzarlas sigue alimentando la estrategia de presión de Occidente.
Este episodio aumenta la presión sobre actores clave como Arabia Saudí, que podría verse obligada a posicionarse de manera más clara en un conflicto abierto entre Irán y Estados Unidos, y sobre otros actores del Golfo que han tratado de mantener un frágil equilibrio para garantizar su seguridad y estabilidad interna.
El riesgo de que este enfrentamiento escale a una confrontación directa en toda la región es significativo, especialmente en un contexto donde Israel e Irán llevan meses librando una guerra indirecta a través de aliados y ataques de precisión, tanto en Gaza como en territorio iraní.
La comunidad internacional, incluida la ONU, la Unión Europea y Rusia, sigue de cerca el desarrollo de estos acontecimientos, conscientes de que un conflicto abierto podría desencadenar una crisis energética global y alterar drásticamente la seguridad marítima en el Golfo Pérsico, por donde transita alrededor del 30% del comercio mundial de hidrocarburos.
Reunión de emergencia en Washington
Según informa la CNN, el secretario de Defensa, Pete Hegseth; y el jefe del Estado Mayor, general Dan Caine, permanecen atentos a la evolución de los acontecimientos en Oriente Medio.
Por su parte, el presidente Donald Trump ha convocado de urgencia una reunión en el Despacho Oval para evaluar la situación y valorar los próximos movimientos en esta crisis internacional. El mandatario tiene previsto viajar en las próximas horas a La Haya para participar en la cumbre de la OTAN, aunque todavía no está claro si estos acontecimientos podrían alterar su agenda.