Enfrentamientos armados entre Tailandia y Camboya dejan 11 civiles muertos
Las autoridades tailandesas y camboyanas emitieron comunicados acusándose mutuamente de disparar primero

Una gasolinera ardiendo tras producirse enfrentamientos a su alrededor. | Reuters
El Gobierno de Tailandia ha denunciado este jueves la muerte de al menos 11 civiles, incluidos varios niños, a causa de los ataques lanzados durante las últimas horas por Camboya contra el país, en el marco de unos enfrentamientos en una zona fronteriza en disputa en el que ambas partes han usado armamento pesado, entre acusaciones cruzadas sobre la responsabilidad en estos incidentes.
El ministro de Sanidad tailandés, Somsak Thepsuthin, ha denunciado en una rueda de prensa retransmitida a través de la cuenta de la cartera en la red social Facebook que los ataques por parte de Camboya suponen «una grave violación de los Derechos Humanos» y ha lamentado que «hay niños inocentes que han perdido la vida». «Es un acto vergonzoso e imperdonable», ha destacado.
Asimismo, ha destacado que los ataques camboyanos han alcanzado un hospital tailandés y ha recordado que las Convenciones de Ginebra prohíben los ataques contra instituciones médicas. «Esto es claramente un crimen de guerra», ha manifestado, al tiempo que ha insistido en que «el Gobierno de Camboya debe asumir la responsabilidad de sus actos».
Los enfrentamientos han estallado horas después de que Tailandia anunciara una reducción de sus lazos diplomáticos con Camboya tras denunciar que cinco soldados resultaron heridos a causa de la explosión de una mina antipersona en la provincia limítrofe de Ubon Ratchathani (este), un hecho del que Nom Pen ha dado igualmente una versión diferente, después de meses de tensiones en la frontera.
Inmediatamente después del inicio de los enfrentamientos, las autoridades tailandesas y camboyanas han emitido comunicados acusándose mutuamente de haber abierto fuego primero, con la oficina del primer ministro tailandés asegurando que Nom Pen «disparó primero y envió drones a territorio tailandés para provocar» y el Ministerio de Defensa camboyano argumentando que actúa «en defensa propia» tras una violación de los acuerdos por parte de Bangkok.
Las relaciones entre las partes se han deteriorado después de que el pasado 28 de mayo un soldado camboyano muriera a manos de las fuerzas tailandesas en las proximidades del templo de Preah Vihear –bajo soberanía camboyana, según la Corte Internacional de Justicia (CIJ)–, situado en una zona en disputa entre los dos países, sin que los contactos desde entonces para reducir las tensiones hayan llegado a buen puerto.
Tailandia descarta conversaciones
El primer ministro interino de Tailandia, Phumtham Wechayachai, ha descartado este jueves la posibilidad de entablar conversaciones con Camboya antes de que se detengan los combates desatados en la frontera durante las últimas horas, al tiempo que ha insistido en que fue Nom Pen el responsable del estallido de estos enfrentamientos.
Phumtham ha resaltado que por ahora no hay una declaración de guerra en firme, por lo que «no es una guerra, son combates». «Debemos intentar hablar para resolver el problema», ha defendido, si bien ha insistido en que para ello es primero necesario poner fin a estos enfrentamientos fronterizos.
Así, ha indicado que las tropas camboyanas «usaron armas pesadas» para lanzar ataques «sin un objetivo claro», antes de confirmar que al menos once civiles han muerto por los ataques de Camboya, que han alcanzado un hospital y una gasolinera en la zona oriental de Tailandia.
«Hemos dado al Ejército las competencias para usar las medidas necesarias. Intentamos ceñirnos a los principios del Derecho Internacional», ha explicado, al tiempo que ha reconocido que «dado que la situación es complicada, es posible que no haya tiempo para esperar permisos» de las autoridades de cara a responder a los ataques de Camboya.
En este sentido, ha puntualizado que por ahora no se ha producido una expansión de los combates y ha confirmado la evacuación de población de algunas de las zonas afectadas. «Haremos lo mismo en cada zona», ha dicho el primer ministro tailandés en una rueda de prensa en la que ha prometido dar ayuda a los afectados por estos enfrentamientos.
Phumtham ha desvelado además que Bangkok ha enviado una carta a Naciones Unidas para denunciar estos incidentes y trasladar al organismo esta «situación sensible», algo que también ha hecho Camboya, que confirmó a primera hora que había contactado con la presidencia del Consejo de Seguridad de la ONU.
Camboya: «Actos de defensa propia»
Por su parte, la portavoz del Ministerio de Defensa de Camboya, Maly Socheata, ha resaltado que las fuerzas camboyanas han logrado mantener una «postura firme» durante los combates y ha asegurado que sufrieron ataques en un total de ocho posiciones, pese a lo cual mantienen el «control total» del templo de Ta Krabey, uno de los epicentros de las tensiones, y del área de Mom Bei.
«Todas las operaciones militares de Camboya esta mañana fueron actos de defensa propia», ha reiterado, antes de incidir en que Nom Pen seguirá respondiendo con todos los medios necesarios para proteger su soberanía a través de ataques «estrictamente» contra objetivos militares, según ha recogido la agencia estatal camboyana de noticias, AKP.
El primer ministro de Camboya, Hun Manet, ha pedido además a la población que «mantenga la moralidad y la dignidad» y que «evite cualquier acción o acto discriminatorio» contra los ciudadanos tailandeses en el país o la legación diplomática del país vecino en Non Men, según un mensaje en su cuenta en la red social Facebook.
Las autoridades tailandesas y camboyanas han emitido comunicados acusándose mutuamente de haber abierto fuego primero, con la oficina del primer ministro tailandés asegurando que Nom Pen «disparó primero y envió drones a territorio tailandés para provocar» y el Ministerio de Defensa camboyano argumentando que actúa «en defensa propia» tras una violación de los acuerdos por parte de Bangkok.
Posteriormente, ministro de Sanidad tailandés, Somsak Thepsuthin, ha denunciado la muerte de al menos once civiles, incluidos varios niños, a causa de los ataques camboyanos, antes de indicar que uno de ellos ha alcanzado un hospital, lo que ha tildado de «crimen de guerra». Las autoridades de Camboya no han dado por ahora un balance de víctimas a causa de los ataques tailandeses.
Las relaciones entre las partes se han deteriorado después de que el pasado 28 de mayo un soldado camboyano muriera a manos de las fuerzas tailandesas en las proximidades del templo de Preah Vihear, situado en una zona en disputa entre los dos países, sin que los contactos desde entonces para reducir las tensiones hayan llegado a buen puerto.