Estonia pide consultas urgentes con la OTAN tras violar cazas rusos su espacio aéreo
La Alianza Atlántica tacha de «imprudente» el comportamiento de Rusia, que niega la agresión

Uno de los cazas rusos acusados por la OTAN de penetrar su espacio aéreo. | Fuerzas Aéreas de Suecia
Estonia ha pedido consultas con los 32 miembros de la OTAN. La decisión supone la activación formal de conversaciones entre Estados Unidos y los países europeos que forman parte de la Alianza Atlántica y, según informa la BBC, se produce tras la entrada de cazas de modelo soviético en el espacio aéreo estonio que la nación báltica atribuye a Rusia y Moscú niega.
Tres cazas MIG-31 rusos han violado este viernes el espacio aéreo de Estonia, en un incidente «inaceptable» a juicio del Gobierno estonio y que ha obligado a desplegar varios aviones italianos integrados en la misión de la OTAN de vigilancia sobre el mar Báltico.
Los cazas irrumpieron «sin permiso» a través del golfo de Finlandia, en torno a la isla de Vaindloo, en el espacio aéreo estonio, y «permanecieron un total de 12 minutos», rezan sendos comunicados del Ministerio de Exteriores y de las Fuerzas Armadas de Estonia. Según el Ejército estonio, los aviones rusos carecían de planes de vuelo y tenían desactivados los transpondedores para emitir datos. Tampoco mantenían ningún tipo de comunicación con los servicios de control de Estonia.
La Alianza Atlántica ha confirmado la activación «inmediata» de su misión, que ha «interceptado» los MIG-31. «Es otro ejemplo del imprudente comportamiento ruso y de la capacidad de la OTAN para responder», ha señalado un portavoz en redes sociales. El primer ministro de Estonia, Kristen Michal, ha anunciado que su Gobierno ha decidido solicitar consultas con la OTAN en virtud del artículo 4, con motivo de «tal violación», que ha calificado de «totalmente inaceptable». Además, ha celebrado que con la activación de la respuesta de los cazas de la Alianza Atlántica «los aviones rusos se vieron obligados a huir».
Por su parte, el ministro de Exteriores, Margus Tsahkna, ha convocado al encargado de negocios ruso en Tallín para trasladarle personalmente una protesta, ya que «Rusia ha violado el espacio aéreo de Estonia cuatro veces en lo que va de año» y la incursión de hoy «no tiene precedentes». En este sentido, ha advertido de que «Rusia está poniendo a prueba los límites cada vez más y aumentando la agresividad», por lo que ha reclamado «un rápido incremento de la presión política y económica» sobre Moscú, responsabilizado ya la semana pasada de la incursión de unos 20 drones en Polonia.
El resto de países bálticos han mostrado su apoyo a Estonia. La primera ministra de Letonia, Evika Silina, que se ha puesto en contacto con Michal, ha destacado «la importancia» de la iniciativa de la OTAN ‘Centinela Oriental’, que «ha respondido con decisión, protegiendo el espacio aéreo de la Alianza». Por su parte, el presidente de Lituania, Gitanas Nauseda, ha dado su respaldo a las autoridades estonias y ha sostenido que «estas provocaciones no hacen más que reforzar los esfuerzos para asegurar el flanco oriental».
El Gobierno de Rusia ha asegurado este viernes que sus fuerzas aéreas no han violado el espacio aéreo de Estonia y ha defendido que sus aviones han mantenido en todo momento el itinerario previsto, respetando el Derecho internacional, después de que el país báltico denunciara que tres cazas MIG-31 rusos habían violado este viernes su espacio aéreo, en un incidente “inaceptable” que ha llevado a activar la misión de la OTAN de vigilancia sobre el mar Báltico. “El 19 de septiembre, tres aviones rusos equipados con MiG-31 se estacionaron en el aeropuerto de Kaliningrado, en Kareli. El vuelo se realizó en estricta conformidad con las normas internacionales para el uso del espacio aéreo, sin violar las fronteras territoriales de ningún país, tal y como lo confirma un seguimiento objetivo”, ha expuesto el Ministerio de Defensa de Rusia en un comunicado compartido vía Telegram.
En el mismo informe, el Kremlin ha insistido en que “los aviones rusos no se desviaron de la ruta de vuelo acordada y no violaron el espacio aéreo estonio”, asegurando que volaron sobre “aguas neutrales del mar Báltico a una distancia de más de tres kilómetros de la isla de Vaindloo”, perteneciente a Estonia. El pronunciamiento de Moscú llega después de que el Ministerio de Exteriores y las Fuerzas Armadas de Estonia informaran de que tres cazas rusos habían irrumpido “sin permiso” a través del golfo de Finlandia en el espacio aéreo estonio, donde “permanecieron un total de 12 minutos”.
Según el Ejército estonio, los aviones rusos carecían de planes de vuelo y tenían desactivados los transpondedores para emitir datos. Tampoco mantenían ningún tipo de comunicación con los servicios de control de Estonia. La denuncia del Ejecutivo estonio ha llevado a la OTAN a ordenar la activación “inmediata” de su misión, que ha “interceptado” los MIG-31. “Es otro ejemplo del imprudente comportamiento ruso y de la capacidad de la OTAN para responder”, ha señalado un portavoz de la Alianza Atlántica en redes sociales.