Una víctima del ataque a una sinagoga en Manchester murió por un disparo de la Policía
El autor del atentado, un ciudadano británico de ascendencia siria, fue abatido a tiros por los agentes

Agentes de Policía a las afueras de la sinagoga. | Phil Noble (Reuters)
Un ataque catalogado de terrorista contra una sinagoga de las afueras de Manchester dejó este jueves dos víctimas mortales y varios heridos. Este viernes, la Policía de la localidad inglesa ha confirmado que una de las víctimas mortales murió por un disparo accidental de uno de los agentes que participaron en el operativo para reducir al sospechoso.
La Policía ha señalado que el autor del ataque no portaba armas de fuego y que los disparos durante el incidente solo los realizaron los miembros de las fuerzas del orden. De esta manera, los agentes trataron de impedir que el autor del ataque entrara a la Sinagoga de la Congregación Hebrea de Heaton Park para que no apuñalara a más personas. El terrorista fue abatido a tiros, y una de las balas alcanzó a uno de los fieles que se había congregado para celebrar el Yom Kipur.
El atentado se cobró la vida de dos personas y dejó a tres personas heridas en el ataque. Se trata de tres hombres que permanecen hospitalizados tras ser apuñalado el primero y atropellado el segundo, mientras que el tercero resultó herido en medio de la intervención policial para frenar al atacante.
Éste, abatido por las fuerzas de seguridad, ha sido identificado como «Yihad al Shami, de 35 años, ciudadano británico de ascendencia siria», según ha precisado la unidad antiterrorista en el último comunicado de la Policía, que ha explicado que las tres personas se encuentran actualmente bajo custodia han sido detenidas bajo sospecha de «comisión, preparación e instigación de actos terroristas». Se trata de dos hombres de 30 años y una mujer de unos 60.
El ataque se inició en torno a las 9.30 horas (hora local), con el atropello de un grupo de personas al que siguió supuestamente un apuñalamiento. El jefe de la Policía de Mánchester, Stephen Watson, confirmó tras el atentado que los fallecidos eran miembros de la comunidad judía.
El atacante intentó también acceder a la sinagoga, donde había «un gran número» de fieles al tratarse del Yom Kippur, la festividad más sagrada dentro del calendario judío. Sin embargo, «gracias a la valentía inmediata del personal de seguridad y de los fieles, así como a la rápida respuesta de la Policía, el atacante no pudo entrar».