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Elon Musk lleva a Tesla a cifras históricas de ventas tras su «adiós» a Donald Trump

En España, Tesla marca también máximos pese a los intentos de politizar a Musk por su proximidad con Trump

Elon Musk lleva a Tesla a cifras históricas de ventas tras su «adiós» a Donald Trump

Elon Musk, el pasado septiembre en el homenaje a Charlie Kirk. | Gage Skidmore (Zuma Press)

Tesla ha vuelto a romper sus propios registros. La compañía estadounidense alcanzó un récord histórico de 497.099 vehículos vendidos en todo el mundo en el tercer trimestre de 2025, un crecimiento del 7,4% interanual que consolida su recuperación tras dos trimestres de descensos. El repunte, que sorprendió a los analistas, refleja un retorno a la estabilidad estratégica bajo el liderazgo directo de Elon Musk, quien, desde su salida formal de la administración Trump, el pasado 28 de mayo ha reenfocado toda su atención en el núcleo de su empresa.

La cifra confirma la vuelta al dinamismo de la marca y disipa la narrativa impulsada por algunos medios progresistas que intentaron vincular las caídas previas a la relación personal de Musk con el expresidente estadounidense. El magnate, sin embargo, no ha cambiado de bando político, como evidenció su reciente presencia en el funeral de Charlie Kirk, donde fue visto conversando con Trump. Lo que realmente explica el giro es que, liberado de compromisos ajenos a Tesla, Musk ha vuelto a ejercer el control total de la estrategia empresarial que había delegado parcialmente durante su etapa como asesor político.

Liderazgo consolidado

Los datos publicados por la compañía muestran una expansión constante a nivel internacional. El crecimiento global de las entregas se concentró en los Model 3 y Model Y, que sumaron la mayoría de las ventas. Tesla informó de un incremento del 9% en las entregas de los vehículos Model 3 y del Model Y, mientras que el resto de modelos retrocedió un 30%. Con ello, el fabricante supera por primera vez las 490.000 unidades vendidas en un trimestre, un listón que ni siquiera alcanzó durante el auge tras la pandemia.

La mejora coincide con una etapa de estabilización en la cadena de suministro, mayor eficiencia energética en las nuevas baterías y una política de precios más flexible. Las acciones de Tesla se dispararon más de un 8% tras conocerse los resultados, cerrando la semana en 436,80 dólares, su nivel más alto desde 2023. En lo que va de año, la compañía ha recuperado más del 70% de su valor bursátil, superando con holgura el rendimiento del S&P 500.

El fenómeno Tesla no se limita al mercado estadounidense. España se ha convertido en uno de los ejemplos más visibles del dominio de la marca, donde el fabricante californiano ha alcanzado cifras nunca vistas. En septiembre, Tesla lideró el mercado nacional de vehículos eléctricos con 2.992 unidades matriculadas, muy por delante de sus competidores más cercanos: BYD (1.761) y Kia (635).

El Model 3 volvió a ser el eléctrico más vendido del país, con 1.976 unidades y una cuota del 19,3% en su segmento, mientras que el Model Y se situó en segundo lugar, con 1.016 unidades y un crecimiento interanual del 57,3%. Estas cifras sitúan a Tesla como el principal impulsor de la movilidad eléctrica en España, consolidando su hegemonía frente a la competencia asiática.

La compañía acumula ya más de 50.000 matriculaciones en territorio español, casi 30.000 de ellas en los dos últimos años, lo que refleja un crecimiento sostenido y una expansión sólida de su red de supercargadores, centros de servicio y tiendas propias.

Además, Tesla ha reforzado su posición en el mercado europeo gracias al programa «Tesla Boost 2.0», que ofrece un descuento directo de 4.760 euros en el Model 3 básico hasta finales de 2025. Esta estrategia ha logrado atraer a nuevos clientes en el sur de Europa, complementando su éxito en Alemania y los países nórdicos.

Exceso político

El éxito reciente de Tesla no puede entenderse sin el cambio de prioridades de su fundador. Musk, que durante buena parte de 2024 y principios de 2025 había concentrado su energía en debates políticos y mediáticos, ha reconocido internamente que su empresa necesitaba «recuperar el foco». Desde su desvinculación de la administración Trump, el magnate ha reducido su presencia pública y reorientado su discurso hacia la tecnología y la eficiencia.

Los inversores lo han interpretado como una señal de madurez y de retorno al modelo que convirtió a Tesla en la joya del mercado bursátil. El propio Musk lo resumió en una conferencia reciente: «El futuro no consiste en elegir bando político, sino en liberar a la humanidad del límite energético».

Lejos de renegar de su pasado, Musk ha mantenido sus vínculos con sectores conservadores, pero ha optado por centrarse en la automatización, la inteligencia artificial y la conducción autónoma como los tres pilares de crecimiento para el próximo lustro. Su hoja de ruta incluye la expansión del Cybercab, un vehículo biplaza sin volante ni pedales previsto para entrar en producción en 2026, y el fortalecimiento de la división de energía solar y almacenamiento doméstico.

Nuevos horizontes

Tesla también ha introducido en 2025 varias mejoras tecnológicas en sus modelos principales. El nuevo Model 3 incorpora una cámara delantera con limpieza automática y calefacción, así como baterías de mayor densidad energética que elevan la autonomía hasta 750 kilómetros en la versión de mayor autonomía. Por su parte, el Model Y alcanza 629 kilómetros de autonomía con tracción total, consolidando su posición entre los SUV eléctricos más eficientes del mercado.

Estas actualizaciones llegan sin incremento de precios, una decisión que refuerza el atractivo comercial de Tesla frente a competidores como BYD, Hyundai o Volkswagen, que han sufrido retrasos en la adopción de baterías de nueva generación.

Con la vista puesta en 2026, Tesla aspira a mantener un crecimiento anual superior al 10% y superar el umbral de los dos millones de vehículos entregados por año. Para Musk, el objetivo inmediato no es solo dominar el mercado eléctrico, sino redefinir el papel de la automoción en la economía digital.

«Tesla ha demostrado que el verdadero motor del progreso no es la ideología, sino la innovación», señalan fuentes próximas al consejo de administración. El magnate parece haber comprendido que su liderazgo se mide en cifras, no en polémicas. Y los números –por ahora– le dan la razón.

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