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Internacional

La fundación española que actúa en Palestina, y en zonas de crisis de medio mundo

La Fundación Promoción Social apoya comunidades afectadas por la guerra y la pobreza

La fundación española que actúa en Palestina, y en zonas de crisis de medio mundo

Niños en la Escuela Sagrada Familia Gaza, antes del conflicto. | Escuela Sagrada Familia

La primera fase del plan de paz para poner fin a la guerra entre Israel y Hamás comenzó esta semana, después de dos años de un conflicto que, como reporta la ONU, se ha cobrado la vida de más de 67.000 palestinos en Gaza y de 1.200 personas dentro de Israel.  En la madrugada del 13 de octubre, el grupo terrorista liberó a los últimos 20 rehenes israelíes que permanecían con vida, secuestrados el 7 de octubre de 2023, mientras que ese mismo día 2.000 palestinos detenidos en cárceles israelíes también fueron puestos en libertad, según informó la BBC.

El gobierno estadounidense, con la mediación de Egipto, Catar y Turquía, impulsó el plan de 20 medidas para la paz en Gaza. La esperanza es que esta propuesta traiga estabilidad a una región azotada por más de dos años de conflicto, ponga fin al sufrimiento humano y resulte en la entrada de ayuda humanitaria en la Franja de Gaza, territorio que UNICEF ha descrito como en una situación de «devastación catastrófica». 

En este contexto, es fundamental destacar las entidades que trabajan en esta y otras regiones del mundo afectadas por conflictos y crisis humanitarias, promoviendo la reconstrucción y el desarrollo social. Una de ellas es la Fundación Promoción Social, una organización española establecida en 1987 y acreditada desde 2004 ante el Consejo Económico y Social de la ONU (Ecosoc), estatus que «permite a la fundación participar activamente en el trabajo de la ONU, presentando declaraciones escritas, intervenciones orales y asistiendo a reuniones oficiales», según María Beamonte, su directora general. 

Proyecto de desarrollo profesional mujeres en Alto Egipto.

Este año, la organización ha cooperado en 35 proyectos en trece países de Latinoamérica, África y Oriente Próximo –su zona prioritaria–. De estas, 22 de las iniciativas estaban concentradas en los Territorios Palestinos, Egipto, Líbano y Jordania. Desde 2005, la Fundación Promoción Social cuenta con el reconocimiento de ONG Calificada de la Agencia Española de Cooperación Internacional para el Desarrollo (Aecid), lo que facilita el acceso a convenios, fondos y proyectos de mayor duración.

Impulsar sin sustituir

El enfoque de la fundación se centra en priorizar a las personas, impulsándolas, pero no sustituyéndolas. Sus proyectos buscan que cada individuo sea protagonista de su propio desarrollo, respetando siempre la diversidad y el contexto cultural de los lugares en los que operan.

Proyecto desarrollo profesional mujeres en Alto Egipto.

Por esta razón, la fundación trabaja con socios locales que implementan directamente los proyectos desde el terreno, apoyándolos mediante financiación y cooperación horizontal, un modelo que implica que todas las partes colaboren desde una posición de igualdad. Como explica María Beamonte, el objetivo final de la entidad es fortalecer a estos socios para que puedan llegar al mayor impacto posible.

La Fundación Promoción Social tiene como pilares la educación y la formación, apoyando proyectos que impulsan estas áreas para generar desarrollo. Su meta principal es promover la justicia social, la igualdad y contribuir a la consolidación de la paz. Además, la organización siempre opera desde una posición de neutralidad. Por ejemplo, Beamonte afirma que en zonas de conflicto «todas las personas pueden ser vulnerables», y que no distinguen entre categorías políticas ni religiosas al momento de prestar asistencia. 

La mujer como centro de la sociedad

Muchas de las iniciativas de la fundación se centran en las mujeres como principales beneficiarias, ya que en varias zonas donde opera no existe igualdad de oportunidades entre hombres y mujeres. Sin embargo, darle prioridad a las mujeres también responde a una cuestión de eficacia. Según Beamonte, «las mujeres son una palanca del desarrollo, ya que son el centro de la familia y la familia el centro de la sociedad». 

La directora añade que el impacto de promover el desarrollo femenino se extiende a toda la comunidad, ya que no solo genera ingresos para las mujeres y sus familias, sino que también ayuda a transformar las perspectivas sociales de género. Según explica, al asumir un rol como sostén económico en sus hogares, las mujeres adquieren autonomía, autoestima y mayor reconocimiento social. 

Entre estos proyectos destaca un programa en el Alto Egipto, que promueve el emprendimiento en el sector de sastrería y repostería, ayudando a las participantes a iniciar o fortalecer pequeños negocios.

En el ámbito de la resolución de conflicto, una iniciativa innovadora en Keserouan, Líbano, forma a mujeres como mediadoras de paz, capacitándolas para liderar procesos de diálogo en sus comunidades. En un país históricamente golpeado por los enfrentamientos violentos de la región, este proyecto sitúa a las integrantes como líderes clave y contribuye a construir una paz duradera.

La Escuela Sagrada Familia en Gaza: símbolo de esperanza

La Fundación Promoción Social lleva tres décadas trabajando de forma ininterrumpida en los Territorios Palestinos, tanto en Gaza como en Cisjordania, enfocada en promover la educación, la capacitación profesional y el desarrollo rural, con el objetivo de generar empleo e impulsar el emprendimiento. 

La Escuela Sagrada Familia, el único centro educativo católico de Gaza, pertenece al Patriarcado Latino de Jerusalén. La Fundación Promoción Social colaboró en su construcción entre 2000 y 2001, junto a la Aecid. Antes del conflicto, 700 niños gazatíes asistían al colegio, el cual –como señala la fundación– operaba como «un ejemplo de educación inclusiva, y un punto de encuentro y entendimiento entre personas de diversas nacionalidades, razas y religiones»

La Escuela Sagrada Familia Gaza, antes del conflicto.

Durante la guerra entre Israel y Hamás, la organización lanzó la campaña SOS: Reconstruye la esperanza en Gaza, destinada a recaudar fondos para la reconstrucción de la Escuela Sagrada Familia, gravemente dañada durante el conflicto. 

En una entrevista emitida el 17 de abril de 2024 en el programa Ecclesia al día de COPE, Macarena Cotelo, directora de proyectos de la fundación, explicó que el centro educativo «sufrió un bombardeo al principio de la guerra». Detalló que la última planta, construida en 2014 por la Fundación Promoción Social junto con la Aecid, quedó deteriorada y añadió que «el amurallamiento exterior que protege la escuela ha sufrido los embates de los tanques israelíes y los escombros de los bombardeos en el exterior», además de haber sido saqueada. Cotelo subrayó que la destrucción fue de tal magnitud que «ya no existe el mobiliario ni los equipos»

Adicionalmente, el complejo de la Parroquia de la Sagrada Familia ha sido víctima de los bombardeos a través del conflicto. El 17 de julio de 2025, un misil causó la muerte de tres personas e hirió al sacerdote argentino Gabriel Romanelli, a quien el papa Francisco llamaba casi a diario desde el inicio de la guerra hasta su fallecimiento

Durante los episodios de violencia que la escuela ha presenciado desde su construcción, ha pasado de ser un centro educativo a convertirse en un refugio, donde muchos gazatíes se resguardaban durante los bombardeos. En un artículo publicado en la web de la fundación en julio de 2024, Macarena Cotelo señaló que, para esa fecha, alrededor de 2.500 personas se habían asilado en la escuela.

Además, afirmó que hasta ese momento del conflicto, la comunidad cristiana en Gaza había mantenido una presencia «heroica» en el complejo, para que «no se pierda la presencia de los cristianos en los Santos Lugares». Contó que aunque «faltaba de todo», aún se celebraban los sacramentos en la iglesia del centro educativo, se compartían alimentos y se cuidaba a los enfermos. 

La directora de proyectos relató también el testimonio de un padre de familia que se protegió allí con su mujer e hijos «para refugiarse en la casa de Dios» y que, a pesar de la tragedia que vivía, narró emocionado que «por primera vez en su vida había hecho con sus manos el pan para la Eucaristía». Esta declaración señala cómo la fe y la fortaleza de las personas pueden persistir incluso en medio de la devastación, siendo un ejemplo poderoso de resiliencia. 

A pesar de la destrucción «del fruto de tanto esfuerzo», Cotelo considera que ha valido la pena construir el centro, ya que «la Escuela de la Sagrada Familia ha dado servicio a la comunidad durante 24 años, y ha abierto a generaciones de gazatíes la puerta a la esperanza de un futuro mejor a través de la educación». Añade que el colegio seguirá cumpliendo esa función, porque la organización trabajará para volver «a ponerla en pie para que siga manteniendo viva esa esperanza».

Además, la Fundación Promoción Social trabaja en Cisjordania para mejorar las oportunidades laborales de sus habitantes. En la entrevista con COPE, Macarena Cotelo señaló que «el pueblo palestino es un pueblo resiliente», el cual está «acostumbrado a vivir en una situación de conflicto, de tener en contra casi todo». Por esta razón, la ONG busca «reforzar sus capacidades a través de la formación profesional», particularmente en el campo del desarrollo de las zonas rurales. «Nuestro objetivo es fortalecer a esos colectivos, especialmente a las mujeres y a los jóvenes, para que puedan ser artífices de su futuro, de un futuro idealmente en paz», afirmó Cotelo. 

La resiliencia que transforma

La labor de la Fundación Promoción Social, junto a sus socios locales y las comunidades que participan a través del mundo, es un ejemplo de la resiliencia que puede florecer en contextos de conflicto, crisis humanitaria o pobreza. Al ofrecer a las personas las herramientas necesarias para que puedan protagonizar su desarrollo, la organización no solo genera impactos sociales positivos, sino que también fortalece la autonomía y la confianza individual de quienes demuestran que, con los medios adecuados, es posible reconstruir el futuro.

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