Zelenski acusa a Orbán de utilizar la reunión entre Trump y Putin con fines electoralistas
«Hablamos de paz en Ucrania, no de elecciones en Hungría», ha explicado el presidente ucraniano

Donald Trump y Volodimir Zelenski.
El presidente ucraniano, Volodimir Zelenski, ha asegurado que detrás de la propuesta del primer ministro húngaro, Viktor Orbán, de proponer la capital de su país, Budapest, como sede de una nueva reunión entre Vladimir Putin y Donald Trump hay intereses electoralistas y ha cuestionado que pueda ser un anfitrión neutral.
«Hablamos de paz en Ucrania, no de elecciones en Hungría. No creo que un primer ministro que bloquea a Ucrania en todas partes pueda hacer nada positivo para los ucranianos o, al menos, algo equilibrado», ha dicho Zelenski este lunes en una rueda de prensa, según recoge la agencia RBC.
Zelenski se ha referido en estos términos hacia un Orbán al que ha cuestionado su autoridad para mediar en este tipo de situaciones, un día después de ofrecerse para viajar hasta la capital húngara y reunirse con sus pares ruso y estadounidense «¿Cómo se va a llegar a ningún acuerdo sobre nosotros sin nosotros?», se preguntó.
Zelenski ha remarcado que Orbán ha estado promoviendo durante estos años las teorías del Kremlin sobre Ucrania amparándose en su supuesta neutralidad y ha alertado de la posibilidad de que este encuentro replique las consecuencias del histórico acuerdo sobre garantías de seguridad de 1994, que se firmó en Budapest.
«El Memorándum de Budapest nos perjudicó. Repetir lo de Budapest no puede ser positivo. Ya se lo comenté al presidente Trump», ha contado Zelenski en referencia al acuerdo firmado en la capital húngara en 1994 por el cual se acordó garantizar la seguridad de Ucrania a cambio de que renunciara a poseer armas nucleares.
Aún con todo, Zelenski ha asegurado que «está cerca» el final de la guerra y ha responsabilizado en gran medida al presidente de Estados Unidos. «Trump quiere que la guerra termine, quiere encontrar un formato u otro para esto» y cree que el ‘formato húngaro’ podría «traer los resultados que desea», ha dicho.
Zelenski ha señalado que la guerra de Ucrania no tiene parangón con otros conflictos internacionales para explicar por qué todavía continúa. «Esta guerra no puede terminar tan rápido», ha valorado, en parte, por quien tienen en frente.
«No quiero menospreciar ni exagerar a nadie, pero no podemos comparar lo que ocurre en Oriente Próximo con lo que ocurre aquí. Es una guerra de una magnitud completamente distinta. Es una historia distinta», ha dicho.
«Hay las mismas víctimas y, lamentablemente, grandes pérdidas, pero no se puede comparar. Las pérdidas, los medios y el alcance de la guerra no se pueden comparar sin más», ha opinado el mandatario ucraniano.
Zelenski también ha hablado sobre los famosos misiles Tomahawk, el nuevo arma con la que de Kiev confía en poder decantar la guerra de su lado, un escenario con el que se ha especulado ya en otras ocasiones, primero con los sistemas de defensa Patriot, o los tanques alemanes Leopard, y luego con los cazas F-16.
El presidente ucraniano ha lamentado que Putin haya podido persuadir a Trump de no entregar este tipo de misiles de largo alcance a las fuerzas ucranianas. «Creo que no quiere una escalada con los rusos hasta que se reúna con ellos», ha dicho.
A la espera de recibir este arsenal ofensivo –los Tomahawk tiene un alcance de hasta 2.500 kilómetros–, Zelenski ha anunciado que van a cerrar un nuevo acuerdo con Estados Unidos para comprar 25 sistemas de defensa Patriot, aunque su llegada no se espera de manera inmediata, como ha reconocido el propio presidente ucraniano.