Más de 2.000 detenidos en Birmania por redes de estafa fronterizas con Tailandia
Muchos inmigrantes son a menudo engañados por este tipo de bandas, que les prometen buenos salarios

Tanques del Ejército de Birmania en Rangún. | Aung Kyaw (dpa)
El Ejército de Birmania ha detenido a más de 2.000 personas presuntamente implicadas en redes de estafa situadas en zonas de la frontera con Tailandia a medida que aumentan las operaciones contra este tipo de bandas criminales, que a menudo hacen uso de inmigrantes a los que obligan a trabajar en sus centros.
Las fuerzas de seguridad birmanas, que han desmantelado además decenas de equipos conectados a la red de satélites Starlink –que proporcionan internet de alta velocidad para llevar a cabo las operaciones–, han indicado que este tipo de acciones dejan víctimas en numerosos países. Así, las operaciones contra el juego ilegal y los delitos en zonas cercanas a la frontera, han sido puestas en marcha en el KK Park, un centro donde actúan estos grupos, según informaciones recogidas por el diario ‘Myanma Alinn’.
Estos centros generalmente reclutan a trabajadores inmigrantes bajo falsos pretextos, prometiéndoles trabajo legal e incluso reteniéndolos contra su voluntad realizando actividades ilegales. Este tipo de operaciones han ganado ahora relevancia a medida que Estados Unidos y Reino Unido han impuesto sanciones contra algunas de las mayores redes de fraude cibernético de Camboya, que también se ha visto afectado por este tipo de casos.
A principios de febrero, las autoridades de Tailandia cortaron el suministro de electricidad en cinco puntos cercanos a la frontera con Birmania en el marco de las operaciones para acabar con este tipo de bandas después de que la entonces primera ministra Paetongtarn Shinawatra se reuniera con el presidente chino, Xi Jinping, y le prometiera acabar con estos centros, cuyas víctimas son principalmente ciudadanos chinos.
Muchos inmigrantes son a menudo engañados por este tipo de bandas, que les prometen buenos salarios. Según Naciones Unidas, miles de personas son víctimas del tráfico de personas por parte de estos grupos, que las obligan a trabajar en centros de ciberestafa y las presionan para cometer delitos como fraude y blanqueo.