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Internacional

El Senado de EEUU ataca a España: «Si quiere seguir en la OTAN, que aporte como los demás»

La mayoría republicana de la Cámara Alta acusa a Sánchez de apartarse del marco atlántico en tres frentes

El Senado de EEUU ataca a España: «Si quiere seguir en la OTAN, que aporte como los demás»

Imagen de archivo de una bandera de EEUU frente al Capitolio. | Gent Shkullaku (EP)

El senador Jim Risch, presidente de la Comisión de Exteriores en el Senado de Estados Unidos, ha lanzado este jueves una dura advertencia a España. «La actitud de España no es un problema solo para el presidente Trump, sino para el Capitolio y, francamente, para toda la OTAN. Les convendría a ellos mismos solucionar ese problema», ha asegurado, a raíz de la polémica por el gasto en defensa. «Si España quiere seguir siendo parte de la OTAN, debe aportar lo mismo que los demás», advirtió Risch.

La mayoría republicana del Senado acusa al Gobierno de Sánchez de haberse apartado del marco atlántico en tres frentes simultáneos: el refuerzo de los vínculos económicos con Pekín, la negativa a aumentar el gasto en defensa en plena guerra de Ucrania y determinadas decisiones que, según Washington, «fortalecen» a Hamás en la crisis de Gaza. Para los senadores republicanos que dirigen la política exterior de la Cámara Alta, el Ejecutivo de Sánchez ha pasado de ser un aliado estratégico a actuar de manera autónoma frente a Estados Unidos y la OTAN.

Esto demuestra que el malestar en Washington no se limita a Donald Trump, sino que abarca al conjunto del poder político, tanto en el ámbito ejecutivo como en el legislativo. Las declaraciones se produjeron durante la audiencia de confirmación del candidato de Trump a embajador en España y Andorra, Benjamin Leon, y surgieron de forma espontánea, sin mediar pregunta directa. El mensaje fue claramente intencionado.

La advertencia más contundente la lanzó el citado senador Risch, figura clave dentro de la mayoría conservadora en política exterior. Risch acusó a España de haberse «desalineado» de los intereses de seguridad occidentales y de recompensar a Hamás mediante sus decisiones diplomáticas y militares. En su intervención señaló: «España fue uno de los primeros países en reconocer al Estado palestino y en imponer un embargo de armas a Israel, una decisión que solo recompensa a los terroristas en Oriente Próximo. Ese tipo de acciones anima y fortalece a Hamás, en lugar de contenerla».

«España es el único aliado de la OTAN que se ha negado a comprometerse con el objetivo del 5% de gasto en defensa. En un momento en el que Rusia incrementa sus provocaciones contra nuestros aliados comunes, España está fallando en afrontar estos riesgos de seguridad. Además, sigue estrechando lazos económicos con Pekín, que son muy peligrosos. Confío en que se pueda trabajar con las autoridades españolas para corregir estos errores».

La ofensiva política se suma al episodio del mes anterior, cuando la Administración estadounidense acusó formalmente a España de «fortalecer a terroristas» al cerrar sus puertos y su espacio aéreo a cargamentos militares con destino a Israel. Washington considera que este bloqueo operativo entorpece las misiones aliadas y rompe la coordinación dentro de la OTAN.

El conflicto incluye además un componente regulatorio: la Comisión Federal Marítima mantiene abierta una investigación por presunto trato discriminatorio en puertos españoles, que ya ha provocado desvíos de rutas hacia Tánger-Med y podría desembocar en sanciones económicas.

Por su parte, Benjamin Leon, propuesto por Trump para ocupar la embajada en Madrid, respaldó esa postura y afirmó que «es un grave error la decisión del presidente Sánchez de no llegar al 5%, y trabajaré para que se revierta». Risch remató su intervención destacando que el problema «no es solo para el presidente, es para el Capitolio y para toda la OTAN», dejando patente que la crisis ya no se percibe como una diferencia bilateral, sino como un cuestionamiento de la fiabilidad de España dentro de la propia Alianza.

El gasto en defensa constituye otro punto de conflicto. Con la nueva meta del 5% del PIB impulsada por la OTAN y respaldada por la Administración Trump, España es el único miembro que ha pedido y obtenido una excepción, limitándose a prometer un incremento hasta el 2,1%. Desde Moncloa lo justificaron por «racionalidad presupuestaria», pero en Washington se interpreta como una falta de compromiso en plena guerra europea. La tensión se agravó el 8 de septiembre, cuando Sánchez decretó un embargo total de armas a Israel y prohibió el tránsito militar por territorio español el mismo día que un atentado en Jerusalén dejó seis víctimas mortales. Israel acusó a España de hostilidad y de legitimar a Hamás; España respondió llamando a consultas a su embajador. Desde entonces, el diagnóstico en Washington es claro: España ha dejado de ser un socio fiable.

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