La independiente de izquierdas Catherine Connolly, nueva presidenta de Irlanda
La nueva presidenta ha ganado los comicios con la segunda participación más baja de la última década

Catherine Connolly, la nueva presidenta de Irlanda, saluda a votantes en Naas en el condado de Kildare | Annabelle Hamil (ZP)
Catherine Connolly (independiente) será la nueva presidenta de Irlanda de acuerdo con el recuento oficial aún parcial que se está dando a conocer tras las elecciones del viernes, que confirman un batacazo de la coalición de centroderecha del Fianna Fáil y el Fine Gael, representados por la exministra de Protección Social Heather Humphreys, quien ha reconocido ya su derrota.
Tras confirmarse su victoria, Connolly ha prometido ser la presidenta de todos los irlandeses, incluidos quienes no la han votado. Además hablará «cuando sea necesario», en particular para defender la neutralidad de Irlanda. «Mi mensaje es que utilicéis vuestra voz siempre que podáis porque una república y una democracia necesitan preguntas constructivas y juntos podemos dar forma a una nueva república que valore a todo el mundo, que valore y defienda la diversidad, que fomente la confianza en nuestra identidad, nuestro idioma irlandés, nuestro idioma inglés y la gente que ha venido nueva a nuestro país», ha prometido.
Felicitación de Humphreys
Humphreys ha felicitado a su rival, que «será la siguiente presidenta de Irlanda». «Catherine será presidenta para todos nosotros. Será mi presidenta y me gustaría desearle lo mejor de lo mejor», ha declarado, según recoge la televisión pública irlandesa, RTE. Además, ha añadido: «No tengo absolutamente nada que lamentar. La democracia es esto. La gente elige un nombre en una papeleta y sigue adelante. Estoy satisfecha».
La exministra también ha criticado «los ataques sectarios» a su familia, de religión y tradiciones protestantes presbiterianeas. «Mi familia y yo, pero especialmente mi familia, han sufrido ataques sectarios y me ha decepcionado porque creía que habíamos superado eso como país».
Tras el escrutinio terminado en las 43 circunscripciones irlandesas, Connolly obtiene un 63,36% de los votos en primera opción, frente al 29,46% de Humphreys y el 7,18 del candidato conservador Jim Gavin, del Fianna Fáil, a pesar de que Gavin retiró su candidatura el pasado 5 de octubre para apoyar a Humphreys.
Las encuestas previas ya daban a Connolly, representante de la izquierda irlandesa (si bien se ha presentado como independiente) de 68 años, la victoria en unos comicios que, de ratificarse en los resultados oficiales en las próximas horas, la convertirán en la décima Uachtarán na hÉireann (presidenta de Irlanda); un cargo en apariencia protocolario pero con amplias oportunidades para expresar el sentir popular.
Connolly ha acusado a la OTAN de ejercer prácticas belicistas, ha comparado el gasto armamentístico de Alemania con el de la década de 1930, ha votado en contra de los tratados de la UE y ha afirmado que Hamás es «parte del tejido social del pueblo palestino».
En este sentido, Connolly ha denunciado sin paliativos un «genocidio» en Gaza por los ataques de Israel y ha prometido viajar a Palestina como presidenta irlandesa para declarar en persona su apoyo a la población. Sucederá al poeta y exministro Michael D. Higgins, que ha llegado al límite de dos mandatos.
La líder del partido nacionalista de izquierda Sinn Féin, Mary Lou McDonald, ha destacado que el apoyo de su formación a Connolly «llegó en el momento justo». «Sinn Féin, como partido político más grande, evidentemente tenía un peso importante en la campaña».
Micheál Martin, el primer ministro irlandés (Fianna Fáil, centro-derecha), también ha felicitado a Connolly porque «está claro que será la próxima presidenta de Irlanda» durante los próximos siete años.
Pese a las limitadas competencias presidenciales, Martin ha manifestado su deseo de «colaborar con la nueva presidenta» y ha recordado en particular la presidencia de turno de la UE que corresponde al país en la segunda mitad de 2026.
Connolly es la tercera mujer que accede al más alto cargo de Irlanda tras Mary Robinson (1990) y Mary McAleese (1997). Comenzó su carrera en el Partido Laborista, llegando a alcaldesa de Galway en 2004. Dos años más tarde dejó el partido tras el bloqueo del partido a ser compañera de fórmula del ahora presidente saliente, Michael D. Higgins, en su candidatura al Parlamento.
Muchos votos nulos con quejas y amenazas
La líder del partido Laborista de Irlanda, Ivana Bacik, ha celebrado la victoria de Connolly —que empezó su carrera política en esta formación—, pero ha querido llamar la atención sobre la gran cantidad de votos nulos depositados al escribir los votantes en la papeleta sus quejas sobre la situación del país, llegando incluso a amenazara sus representantes públicos.
«Primero, hay que tomárselo en serio. Debemos analizar las preocupaciones de la gente y por qué se sintieron no representados por los candidatos en estas elecciones», ha explicado a RTE antes de condenar algunos de los mensajes, de marcada tendencia «antidemocrática». «El nivel de virulencia dirigido a personas de todas las tendencias políticas en algunas de esas papeletas nulas es realmente alarmante, y creo que significa que debemos tomarnos muy en serio esa amenaza», ha avisado.
La participación en los comicios ha sido del, 45,2%, cerca del mínimo histórico del 43,9 de las elecciones de 2018, y los votos nulos han alcanzado el 13,2%, muy por encima del 1,2% de 2018. Estos votos nulos se han registrado en todas las circunscripciones, pero en especial en las zonas de clase obrera.
La campaña Arruinemos la votación (Spoil the vote) reivindica «una respuesta argumentada a la creciente preocupación de la población por la falta de opciones reales en las elecciones presidenciales», según la web del grupo.
Los partidos del gobierno tienen a una candidata, destacan, mientras que «solo se ha permitido a una única candidata independiente, de izquierda, Catherine Connolly, sin ningún candidato centrista ni de centro-derecha que represente a esta significativa parte del electorado».
Entre los votos nulos han aparecido mensajes de apoyo a figuras como la abogada conservadora Maria Steen, el presidente estadounidense, Donald Trump o la marioneta televisiva del pavo Dustin, así como referencias a «cerrar las fronteras» o a la agresión de un inmigrante a una niña de diez años en Saggart, cerca de un centro de acogida para solicitantes de asilo.
