The Objective
Internacional

Los accionistas de Tesla pagarán un billón de dólares a Musk para que dirija la empresa

El magnate recibirá 760.000 millones de euros a cambio de continuar al frente de la compañía la próxima década

Los accionistas de Tesla pagarán un billón de dólares a Musk para que dirija la empresa

El dueño de Tesla, Elon Musk. | Europa Press

Tres de cada cuatro accionistas de Tesla han dado luz verde a un plan que concede a Elon Musk una remuneración cercana a un billón de dólares en acciones, aproximadamente 760.000 millones de euros al cambio actual, a cambio de continuar al frente de la empresa durante la próxima década. Con el apoyo del 75% del capital, esta decisión marca un precedente dentro de los modelos tradicionales de gobierno corporativo de las grandes compañías mundiales.

Al finalizar la junta, Musk tomó la palabra para agradecer el respaldo recibido. «Las demás juntas de accionistas son aburridas, pero las nuestras son una pasada», afirmó eufórico tras romper todos los esquemas habituales en materia de retribuciones.

El acuerdo contempla una compensación de unos 878.000 millones de dólares en títulos, la mayor jamás aprobada para la persona más rica del planeta, y que depende del cumplimiento de diversos objetivos. Musk deberá multiplicar por seis la capitalización bursátil hasta alcanzar los 8,5 billones en 12 años, vender 20 millones de vehículos en ese mismo intervalo o comercializar un millón de robots Optimus y otro millón de vehículos autónomos.

Actualmente, el magnate sudafricano ya posee el 15,32% de Tesla, una participación valorada en unos 509 millones de dólares, según Bloomberg. Si llega a cumplir las metas fijadas por el consejo, su peso accionarial superaría el 25% y reforzaría aún más su control en plena carrera por el desarrollo de la inteligencia artificial (IA). La compañía pretende evolucionar de fabricante pionera de coches eléctricos a firma tecnológica de vanguardia, apostando por robots, drones y conducción autónoma alimentada por IA.

«Nos encontramos en un momento crucial en la historia de Tesla, y las propuestas que el comité especial ha diseñado meticulosamente y que la junta directiva ha presentado ayudarán a determinar el futuro de Tesla», defiende la empresa para justificar las medidas.

Los accionistas han evaluado una docena de iniciativas, entre ellas la reelección de tres directivos clave, un plan de incentivos con acciones y la estrategia de inversión en xAI, la start-up del grupo. No obstante, la propuesta que más atención ha generado es el ambicioso paquete salarial de Musk, quien ya encabeza la lista de los más ricos del mundo con un patrimonio estimado de 473.000 millones de dólares, según Bloomberg.

«Elon es un líder generacional y, bajo su liderazgo visionario, tenemos el potencial de convertirnos en la empresa más valiosa de la historia y, a su vez, crear un valor sin precedentes para nuestros accionistas», afirma la compañía en sus comunicaciones previas dirigidas a persuadir a los inversores.

Tras la aprobación, si Musk alcanza los objetivos, multiplicará por 17.000 su sueldo anual de 59 millones de dólares. Pero, sobre todo, se abre una nueva era en el ámbito retributivo, ampliando la distancia entre directivos y empleados, y acentuando la desigualdad laboral.

La influencia del empresario dentro de la empresa ya es muy considerable. Sin embargo, la propuesta de retribución millonaria ha recibido críticas contundentes. El fondo soberano de Noruega, uno de los mayores del planeta y con un 1,16% del capital de Tesla, rechazó la iniciativa.

Pese a que las principales consultoras de voto, Glass Lewis e ISS, aconsejaron votar en contra, la propuesta prosperó gracias al apoyo masivo de pequeños accionistas, que suelen respaldar todas las iniciativas vinculadas a Musk.

La votación también buscó poner fin a un año complicado para Tesla, marcado por la inestabilidad política de su primer ejecutivo y por la incertidumbre sobre el negocio. Las ventas de vehículos han disminuido y los resultados no han cumplido las previsiones. El beneficio se redujo un 37% debido al recorte de márgenes en la comercialización de automóviles.

El deterioro reputacional también ha pasado factura. Musk participó activamente en el Gobierno de Donald Trump entre enero y mayo, liderando la oficina de recortes presupuestarios federales (DOGE), responsable de miles de despidos y ajustes de gasto público. Esto ha provocado que buena parte del electorado demócrata se aleje de sus compañías.

Desde que se involucró en la política, han surgido movimientos sociales contrarios a Tesla y a la red social X, que también dirige. Pese a ello, los inversores parecen mantener la confianza: tras un inicio de año marcado por el pesimismo y caídas de hasta el 30%, las acciones de Tesla han repuntado un 18% en lo que va de año.

Publicidad