Sembrando desarrollo sostenible en la Amazonía: el Proyecto País de Sesderma
La gama Sescacay de Laboratorios Sesderma es la base del Proyecto País, impulsado por el Dr. Gabriel Serrano

Cacay del Amazonas.
El pasado 29 de noviembre, en un acto celebrado en la Embajada de Colombia en España, el Dr. Serrano presentó una iniciativa centrada en generar empleo digno y sostenible entre las comunidades indígenas de la Amazonía colombiana. A través de un modelo de producción socialmente responsable del aceite de cacay, una planta nativa de la región, Laboratorios Sesderma aspira a fortalecer el tejido socioeconómico local, mientras contribuye a la preservación del Amazonas, «el pulmón verde del planeta».
El cacay es conocido popularmente como «el oro líquido de Colombia», debido al valor nutricional de su almendra, la función de su cáscara como fertilizante orgánico y el uso de su cuarzo maderoso como combustible ecológico. Su aceite destaca especialmente en el ámbito dermatológico por su alta concentración de retinol natural (vitamina A) y por un contenido de ácido linoleico hasta dos veces superior al del aceite de argán, lo que favorece la reparación de la barrera cutánea. Otro elemento de su valor cosmético es su riqueza en vitamina E, un antioxidante con propiedades calmantes, mientras que el aporte de escualeno y fitoesteroles contribuye a hidratar y suavizar la piel.
Sesderma ha empleado la tecnología Nanotech, desarrollada en España, para potenciar estos beneficios, dando origen a los productos de la colección Sescacay.
Enfrentando la crisis de la Amazonía
Según la organización Amazon Watch, la Amazonía colombiana ha sido deteriorada por la degradación ambiental y la presencia de grupos armados como las guerrillas y los narcotraficantes, que violentan a las comunidades indígenas y deforestan la selva para construir laboratorios clandestinos de droga y apropiarse de recursos naturales. A ello se suman, explica el Dr. Serrano, los efectos de la extracción de combustibles fósiles, que han provocado la expulsión de los nativos de sus hogares y la contaminación de sus entornos, generando enfermedades como conjuntivitis y afecciones relacionadas con el plomo y otras sustancias tóxicas presentes en los ríos.
Durante la presentación de Sesderma en la Embajada de Colombia, el Dr. Serrano detalló que su enfoque en la Amazonía surgió tras ser contactado por una mujer indígena que le pidió que visitara la zona para que presenciara cómo la minería de oro estaba devastando el hogar ancestral de su comunidad. «Vi a niños muertos como consecuencia de la contaminación», relató el fundador de Sesderma, quien afirmó que, después de aquella visita, decidió apoyar a los pueblos indígenas no solo desde la atención médica, sino también mediante el desarrollo social.

En esta región conoció a Camilo Bueno, dueño de la empresa Caryo, que trabaja con comunidades indígenas y campesinas víctimas del conflicto armado para impulsar una economía sostenible en torno al cacay y fomentar la conservación de la selva. Sesderma y Caryo han unido fuerzas con la empresa Arlés y su CEO, Carlos Patiño, que ha desarrollado un sistema de siembra optimizada, para mejorar el crecimiento del árbol: «Árboles que tardaban siete años en producir ahora producen en dos», señaló el Dr. Serrano.
Estas tres entidades forman parte del Proyecto País. «Queremos ayudar a las comunidades indígenas a reconstruir su dignidad», afirmó el Dr. Serrano, una dignidad que, según él, se ha visto afectada por el abandono institucional y la explotación de su entorno. Para ello, el Proyecto País plantea establecer iniciativas de educación, trabajo, protección y acceso a alimentos.
Para Sesderma, uno de los pilares de la iniciativa es la capacitación de las comunidades indígenas, «para que conozcan y ejerzan sus derechos y no sean engañadas cuando empresas externas les piden firmar contratos que muchas veces no pueden leer o comprender».
Compromiso con las raíces
Aunque el Dr. Gabriel Serrano migró de Colombia a los 19 años y ha desarrollado su trayectoria profesional en Valencia, destacó que mantiene un profundo arraigo con su tierra de nacimiento: «Yo soy un hombre de raíces», señaló. Este vínculo es el que motiva su compromiso de promover el desarrollo de Colombia.
«Yo he sufrido a lo largo de mi vida lo que es ser colombiano», afirmó, aludiendo a la discriminación que a menudo enfrentan quienes proceden de países marcados por el conflicto y el narcotráfico. «Pero si algo tienen los colombianos es resistencia. Podemos vivir guerras, narcotráfico y seguir peleando», añadió. Esa resistencia que lo caracteriza a él y a sus paisanos lo impulsa a imaginar un nuevo futuro para Colombia, sembrando, a través de la industria del cacay, una realidad donde las comunidades indígenas pueden prosperar en sus tierras sin verse vulneradas por actores que explotan sus recursos.
«Uno pasa por la vida dejando un regalo, sin manchar la tierra», reflexionó, subrayando el compromiso ético y social que define al Proyecto País.
