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Marruecos firma un año histórico con 18 millones de turistas y consolida su auge

El país rebasa en más de 600.000 visitantes las cifras del año pasado en un contexto de fortalecimiento turístico

Marruecos firma un año histórico con 18 millones de turistas y consolida su auge

Turistas en Marruecos.

Marruecos encara el final de 2025 con un desempeño turístico que consolida definitivamente al país como uno de los destinos más dinámicos y activos de su región. Los primeros once meses del año cerraron con un récord absoluto: 18 millones de visitantes, una cifra que supera ampliamente el total alcanzado en 2024 y que sitúa al sector en un nuevo nivel de madurez. El incremento de más de 600.000 turistas respecto al ejercicio anterior refleja una tendencia sostenida que no se explica por un único factor, sino por una combinación de planificación estratégica, inversión pública continuada y una respuesta favorable de los mercados internacionales. El mundo político y mediático ya analiza las claves de estas cifras sin precedentes.

El Ministerio de Turismo, Artesanía y Economía Social y Solidaria subraya que el crecimiento interanual del 13,5% confirma que el avance del sector se mantiene sólido y no es un fenómeno esporádico. Los resultados, sostiene, están directamente vinculados a la Hoja de Ruta 2023-2026, un programa que ha impulsado mejoras en conectividad aérea, esfuerzos de promoción en distintos continentes y una diversificación real de la oferta turística más allá de los destinos clásicos. La estrategia ha buscado equilibrar el atractivo de las grandes ciudades y zonas costeras con una mayor valorización de entornos naturales, rutas culturales y propuestas ligadas al patrimonio y la artesanía.

El impacto de la tendencia

Estos logros llegan en un contexto en el que el peso económico del turismo en Marruecos ya venía aumentando de manera significativa. Según datos de la Alta Comisión de Planificación, el PIB turístico de 2024 creció un 38,4% respecto a 2019. Ese salto elevó su contribución al conjunto de la economía del 6,8% al 7,3%. No se trató únicamente de recuperar los niveles previos a la pandemia, sino de consolidar un cambio estructural.

El gasto del turismo receptor, tanto el de extranjeros como el de marroquíes residentes fuera del país, creció un 46,8%, lo que confirma la fortaleza de la demanda internacional. Paralelamente, el turismo interno y emisor aumentó un 34,6%, una clara señal de que los propios residentes han reforzado su participación en la actividad turística, bien dentro del territorio nacional o en viajes al exterior.

La expansión en el consumo tuvo efectos directos en la producción del sector, que registró un aumento del 42,3% respecto a 2019. También destacó el incremento de los ingresos fiscales procedentes de la actividad turística, con un alza cercana al 46% en impuestos netos vinculados al consumo turístico. Según ha podido conocer THE OBJECTIVE, desde la perspectiva del Estado se contempla como una oportunidad para ampliar la capacidad de inversión pública en infraestructuras.

El avance del turismo en 2025 no ha surgido de manera repentina. A lo largo del año, el país ya venía encadenando cifras históricas. Hasta agosto, Marruecos había recibido 13,5 millones de visitantes, un aumento del 15% respecto al mismo periodo de 2024. El verano fue particularmente dinámico, con 4,6 millones de llegadas entre julio y agosto. Esta evolución contrastó con las previsiones globales, que situaban el crecimiento turístico mundial en torno al 5%, un dato que reflejó la buena posición de Marruecos en el mapa internacional.

Impulso transversal

Una parte importante de este rendimiento está vinculada a la conectividad aérea. Las decisiones de varias aerolíneas de reforzar sus actividades en el país, atraídas por condiciones operativas más competitivas, han ampliado la red de accesos desde Europa y otras regiones. La apuesta por mercados emergentes, como Asia, también ha ganado protagonismo, dentro de una estrategia que busca diversificar los orígenes de los visitantes y reducir la dependencia de los flujos tradicionales.

En paralelo, el Gobierno ha insistido en la necesidad de diversificar la oferta para dar solidez al crecimiento. La puesta en valor de destinos menos conocidos, el desarrollo de experiencias culturales y gastronómicas y el refuerzo de productos vinculados a la naturaleza o al turismo activo han ayudado a prolongar estancias y a distribuir mejor los beneficios económicos entre las distintas regiones. Esta ampliación del catálogo turístico permite al país entrar de lleno en una competición de manera más equilibrada donde cada vez más destinos buscan ofrecer propuestas especializadas.

La ministra de Turismo, Artesanía, Economía Social y Solidaria, Fatima Zahra Ammor, ha enmarcado los resultados de 2025 en un proceso más amplio de modernización del sector, destacando el avance logrado bajo el liderazgo del rey Mohamed VI y el potencial que el país sigue teniendo como destino turístico global. Según la responsable gubernamental, el año se encamina a cerrar con un rendimiento excepcional, impulsado también por la organización de la próxima Copa Africana de Naciones, que previsiblemente convertirá diciembre en un mes de actividad especialmente intensa.

El peso del turismo se deja sentir en múltiples capas de la economía. La creación de empleo, el fortalecimiento de sectores vinculados —como el transporte, la restauración, la artesanía o el comercio— y la llegada de divisas aportan estabilidad y ofrecen una base sólida para el desarrollo regional.

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