María Corina Machado, desde Oslo: «Tengo la esperanza de que Venezuela volverá a ser libre»
La opositora venezolana remarca: «Para tener paz hace falta democracia, pero no puedes tener democracia sin libertad»
María Corina Machado con el primer ministro noruego, Jonas Gahr Støre, en Oslo. | Leonhard Foeger (Reuters)
La líder de la oposición venezolana, María Corina Machado, ha reclamado este jueves «democracia» y «libertad» para Venezuela. Lo ha hecho tras reunirse con el primer ministro noruego, Jonas Gahr Støre, en Oslo, donde llegó este miércoles por la noche con motivo del Premio Nobel de la Paz, recogido horas antes por su hija, Ana Corina Sosa, y tras un año en la clandestinidad, al estar perseguida por el régimen de Nicolás Maduro.
«Tengo la esperanza de que Venezuela volverá a ser libre y volvamos a ser un faro de esperanza y democracia», ha asegurado la opositora venezolana. «Creo que nuestra experiencia en Venezuela envía al mundo un testimonio: sin duda para tener paz hace falta democracia, pero no puedes tener democracia sin libertad. Y la libertad es una decisión racional».
«Estoy convencida de que la paz es un acto de amor y eso es lo que me trae aquí: el amor de millones de venezolanos y venezolanas por el país y la libertad. Y creo que no hay una generación en la historia de Venezuela que ame más la libertad y la posibilidad de moverte libremente en tu tierra. La fuerza que une a nuestro país ha sido ese deseo. Que queremos que nuestros hijos vuelvan a casa y no vamos a parar».
«Cuando luchas por la libertad… cuando ganemos, esto será un ejemplo extraordinario para aquellos países que no tienen libertad. Decidimos luchar hasta el final y Venezuela será libre», ha sentenciado.
Preguntada sobre una potencial «invasión» de EEUU a Venezuela, Machado ha respondido: «El país ya está invadido por agentes rusos, por Hezbolá o por bandas criminales».
Machado también ha relatado cómo ha sido el reencuentro con sus hijos tras 16 meses sin verlos: «No pude dormir anoche, repasando varias veces el momento de reencontrarme con mis hijos. Les abracé a los tres a la vez y ha sido uno de los momentos más extraordinarios espiritualmente de mi vida».
La opositora venezolana no pudo llegar este miércoles a tiempo para recibir el galardón, que fue recogido por su hija, Ana Corina Sosa, pero sí que pudo reunirse con su familia tras un año en la clandestinidad, al estar perseguida por el régimen de Nicolás Maduro. A su llegada al Grand Hotel de la capital noruega, la política de 58 años estrechó la mano y abrazó a algunos seguidores apostados tras las vallas de seguridad, que la recibieron entre aplausos y gritos de «¡libertad!». Posteriormente, salió a saludar desde el balcón de la suite Nobel y pudo cantar el himno nacional de Venezuela junto a sus seguidores.