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Internacional

Venezuela pide una reunión del Consejo de Seguridad ante la «agresión abierta» de EEUU

La petición se enmarca dentro de la escalada de tensión entre ambos países

Venezuela pide una reunión del Consejo de Seguridad ante la «agresión abierta» de EEUU

Reunión del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas sobre la no proliferación de armas nucleares en Nueva York. | Xie E (EP)

El Gobierno de Venezuela ha denunciado este miércoles ante el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas una «agresión abierta y criminal» por parte de Estados Unidos, después de que el presidente de este país, Donald Trump, haya ordenado el bloqueo de todos los petroleros sancionados que entren y salgan de las costas venezolanas, y ha solicitado a este organismo una reunión «urgente» para abordar lo que ha calificado de «plan propio del colonialismo» y «gigantesco acto de extorsión».

«Estados Unidos está imponiendo el caos y la destrucción en las relaciones internacionales del mismo modo en que lo hicieron los actores malignos que provocaron la Segunda Guerra mundial. El Consejo de Seguridad, encargado de garantizar el mantenimiento de la paz y la seguridad internacionales, debe evitarlo», ha señalado en una misiva firmada por el representante venezolano ante la ONU, Samuel Moncada, y dirigida al secretario general del organismo multilateral, António Guterres.

En este sentido, ha pedido la convocatoria, «con carácter de urgencia», de una reunión del grupo de 15 países, que incluye a Estados Unidos, para discutir «la agresión estadounidense contra Venezuela» y «adoptar las medidas necesarias para restituir la legalidad internacional».

«Si este Consejo ignora este crimen de agresión […] estaría aceptando todo el sistema de seguridad colectiva de las Naciones Unidas que tanto ha costado a los pueblos construir a lo largo de los últimos 80 años», ha argumentado en una carta difundida por el ministro de Exteriores venezolano, Yván Gil, en Telegram.

El embajador ha recordado la incautación hace poco más de una semana de un petrolero «cuyos tripulantes fueron secuestrados y permanecen desaparecidos», así como el «supuesto cierre total del espacio aéreo venezolano» ordenado a finales de noviembre, pero ha alertado de que «hoy, nos encontramos ante una escala mucho mayor de transgresión» tras denunciar un bloqueo «impuesto de manera unilateral y en violación de la legalidad internacional».

Por otra parte, ha incidido en que «en la historia de Venezuela, nunca a un jefe de Estado y/o de Gobierno de una potencia extranjera se le había ocurrido la trastornada idea de que el territorio nacional venezolano, incluidos sus yacimientos petroleros y otros activos, le pertenecen».

«El delirio aumenta con el ultimátum de que, si Venezuela no se rinde a su voluntad, nuestra nación sería entonces atacada por sus fuerzas militares. El presidente de Estados Unidos está violando impunemente y ante el mundo entero nuestra soberanía nacional, la integridad territorial e independencia política de Venezuela», ha reiterado.

En esta línea, se ha hecho eco de las palabras de la Casa Blanca sobre su propiedad sobre la industria petrolera venezolana y «exigiendo su devolución». «Esto significa que el Gobierno estadounidense reclama como suya la mayor reserva de petróleo del mundo, en lo que sería uno de los mayores actos de expoliación en la historia de la humanidad», ha agregado sobre una declaración que ha tachado de «absurda».

«Lo que confirma es que no hay límite alguno en la adicción de Estados Unidos por el petróleo, y que todas las excusas esgrimidas a lo largo de las últimas semanas en relación a nuestro país han sido parte de una cortina de humo», ha señalado, aludiendo al combate contra el narcotráfico, el argumento esgrimido por Washington para justificar sus hostilidades, incluidos los ataques contra embarcaciones en aguas del Caribe y del Pacífico que han matado a más de 90 personas.

«Se trata, pues, de un claro plan propio del colonialismo, que no tiene cabida alguna en el siglo XXI. Se trata de un gigantesco acto de extorsión contra un Estado soberano; una grotesca ofensa violatoria de toda norma civilizacional y, en definitiva, se trata de la confesión de un crimen de agresión a gran escala», ha concluido.

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