Irán advierte a los manifestantes de que "pagarán el precio" de sus protestas
El Gobierno iraní ha advertido este domingo de que los manifestantes «pagarán el precio» de las protestas, tras una tercera jornada de manifestaciones contra el poder en la que murieron dos personas y decenas fueron detenidas.
El Gobierno iraní ha advertido este domingo de que los manifestantes «pagarán el precio» de las protestas, tras una tercera jornada de manifestaciones contra el poder en la que murieron dos personas y decenas fueron detenidas.
Numerosos vídeos difundidos en las redes sociales documentan cómo miles de personas han marchado en varias ciudades de Irán durante la madrugada de este domingo en las que han sido consideradas como las manifestaciones más importantes desde el movimiento de contestación surgido en 2009 contra la reelección de Mahmud Ahmadineyad en la presidencia. En aquella ocasión, fueron reprimidas violentamente.
«Quienes destruyen los bienes públicos, crean desorden y actúan en la ilegalidad deben responder por sus actos y pagar el precio. Actuaremos contra la violencia y contra quienes provocan el miedo y el terror«, ha declarado este domingo el ministro del Interior, Abdolreza Rahmani Fazli, en la televisión estatal.
Los dos manifestantes fallecidos murieron en los enfrentamientos que tuvieron lugar en la ciudad de Dorud, al oeste del país, tal y como ha confirmado el vicegobernador de la provincia de Lorestan, Habibollah Khojastehpur, quien ha acusado a los «grupos hostiles y los servicios de inteligencia extranjeros» de «estar detrás de estas perturbaciones». Con todo, ha negado que las fuerzas policiales hayan disparado a los manifestantes. «Nuestro objetivo era poner fin pacíficamente a las protestas, pero debido a la presencia de ciertos individuos y grupos, dos personas murieron», ha declarado Khojastehpur.
Las manifestaciones comenzaron el jueves en varias ciudades de provincia ante las dificultades económicas del país, aislado y sometido durante años a sanciones internacionales por sus actividades nucleares. El viernes y el sábado las protestas se amplificaron, dirigiéndose también contra el poder. Es la primera vez desde 2009 que tantas ciudades son escenario de un movimiento de protesta. No obstante, el régimen sigue gozando de un amplio apoyo entre la población, y el sábado otras decenas de miles de personas marcharon para recordar el aniversario del fin de la contestación de 2009.