Los días 20 y 21 de septiembre se celebrarán elecciones regionales en siete áreas italianas, entre ellas Toscana, histórico fortín de la izquierda. El secretario general del Partido Demócrata italiano (PD), Nicola Zingaretti, y el líder de la ultraderechista Liga, Matteo Salvini, han recorrido estos días estas regiones. Además, coincidiendo con estas elecciones, los italianos votarán en referéndum si modificar o no la Constitución para reducir el número de parlamentarios de 945 a 600.
En contexto: las encuestas dan una mínima ventaja al centroizquierda respecto a la candidata del centroderecha y miembro de la Liga, Susanna Ceccardi, en quien Salvini ha puesto toda su confianza para arrebatar Toscana a la izquierda. En caso de victoria, el PD podría exigir más peso en el Ejecutivo y se habla ya de un cambio de ministros. Si se impone el centroderecha con la candidata de Salvini, la Liga reivindicará su peso para dar un nuevo asalto al poder.
La región lleva desde 1970 en manos del centro-izquierda, pero la situación podría cambiar. El alcalde de Florencia, del PD, ha señalado que la votación del domingo y el lunes, a pesar de ser de ámbito regional, «también es una transición política a nivel nacional». En esta línea, algunos analistas aseguran que perder Toscana podría costar la dimisión a Zingaretti, ya que en las elecciones regionales de enero, el PD salvó el resultado al conservar Emilia Romagna, otro de los bastiones progresistas. Por su parte, Luigi di Maio, líder del Movimiento 5 Estrellas y Ministro de Asuntos Exteriores, ha asegurado que el resultado de las regionales no tiene por qué afectar al Gobierno central.
Salvini, al que el Senado italiano ha levantado la inmunidad este verano para que sea juzgado por un presunto secuestro de migrantes, llega a estas elecciones con la intención de reforzar su posición en el espectro de la derecha.
En cuanto al referéndum, de salir adelante, la Cámara de los Diputados pasaría a tener -en la próxima legislatura y no en la actual- 400 miembros en lugar de los 630 actuales, mientras que en el Senado habría 200 senadores, en lugar de los 315 actuales.
En las elecciones europeas del pasado mayo, el PD toscano se confirmó como el primer partido, pero por solo 30.000 votos en comparación con la Liga. Por otra parte, la falta de acuerdo con el Movimiento 5 Estrellas, que presenta a Irene Galetti, hará las cosas más difíciles. En contrapartida, la derecha sí acude unida a la mayoría de las regiones.
«Toscana no es una tierra de conquista. Es una tierra libre, abierta y antifascista. Lo es en el ADN. Por ello, este domingo todos a votar, por la libertad de esta región, para frenar a esta derecha que quiere que los neofacistas pongan sus manos en ella», ha escrito este viernes en sus redes sociales el PD. Su secretario general ha llamado a activar «la alarma democrática entre la gente para que defienda la Toscana» y Salvini ha señalado que «la izquierda ha cometido un error de apreciación, pensaba que ya había ganado y que en Toscana la gente nunca miraría hacia adelante».