Japón da luz verde a una polémica ley contra el trabajo excesivo
La Cámara Baja del Parlamento de Japón ha aprobado este jueves a una polémica reforma laboral destinada a poner fin a las jornadas laborales excesivas en el país, entre críticas de la oposición, que ha defendido que la normativa acentuará el problema. Para que la reforma entre en vigor deberá ratificarla ahora la Cámara Baja, donde el Partido Liberal Democrático de Shinzo Abe y su socio Komeito, gozan de una amplia mayoría como coalición.
La Cámara Baja del Parlamento de Japón ha aprobado este jueves una polémica reforma laboral destinada a poner fin a las jornadas laborales excesivas en el país, entre críticas de la oposición, que ha defendido que la normativa acentuará el problema. Para que la reforma entre en vigor deberá ratificarla ahora la Cámara Alta, donde el Partido Liberal Democrático de Shinzo Abe y su socio Komeito, gozan de una amplia mayoría como coalición.
La legislación incluye un límite legal de horas extra —100 al mes y 720 al año— cuyo incumplimiento acarreará sanciones y recomienda la igualdad salarial entre empleados indefinidos y temporales. Sin embargo, a los profesionales con altos cargos y mayor cualificación los exime de limitaciones en sus jornadas laborales. Esta última medida es la que más rechazo ha generado.
La reforma, según el Gobierno, busca acabar con la cultura del exceso de trabajo, arraigada en el país, así como con los accidentes mortales y suicidios consecuencia de ello, conocidos como karoshi y cifrados en más de 2.159 en 2016 en un informe del Ministerio de Trabajo nipón. Mientras el Gobierno considera que la reforma permitirá los trabajadores escoger estilos de trabajo más flexibles, los críticos argumentan que el cambio fomentará la problemática, al promover un sistema que no retribuya las horas extra.
Actualmente, la legislación laboral japonesa sólo establece una recomendación de no realizar más de 80 horas extra al mes, pero casi una cuarta parte de las empresas niponas reconoce que sus empleados trabajan más de ese tope, según datos gubernamentales. Por otro lado, las jornadas laborales no deberían superar las 40 horas semanales, pero está permitido que lo hagan siempre que haya un «acuerdo previo» entre empleador y trabajador, informa Efe.