Japón lucha contra el peor brote de sarampión en una década

Japón está luchando contra su peor brote de sarampión en una década, en medio de advertencias de la Organización Mundial de la Salud (OMS) de que los esfuerzos mundiales para detener la propagación de la enfermedad están fracasando, en parte debido al escepticismo de la vacuna.

Más de 170 nuevos casos se han registrado en Japón desde principios de año, según la emisora ​​pública NHK, que afecta a personas en 20 de las 47 prefecturas del condado. El número de casos nuevos en ese período es el más alto en 10 años, con 49 registrados en la prefectura central de Mie, seguido de Osaka con 47, ha registrado el Instituto Nacional de Enfermedades Infecciosas.

Más de la mitad de los casos en Mie involucraron a miembros del grupo religioso Kyusei Shinkyo que asistieron a un taller a fines del año pasado. El grupo cree que las medicinas son “dañinas” y aboga por la purificación del cuerpo y el espíritu. Más tarde se disculpó por el brote en su web y dijo que estaban cooperando con las autoridades de salud.

El ministerio de salud de Japón instó a las personas a vacunarse de inmediato y a los hospitales y otras instalaciones médicas a tomar medidas preventivas.

El sarampión es una enfermedad altamente contagiosa que puede causar diarrea severa, neumonía y pérdida de visión. Puede ser fatal en algunos casos y sigue siendo una causa importante de muerte entre los niños pequeños, advierte la OMS. La enfermedad se puede prevenir fácilmente con dos dosis de vacuna.

Sin embargo, a principios de este mes, la OMS apuntaba al escepticismo de la vacuna, al conflicto y al acceso deficiente de la atención médica en algunas regiones, incluso en países desarrollados donde la cobertura de vacunación ha sido históricamente alta.

“Nuestros datos muestran que hay un aumento sustancial en los casos de sarampión. Lo estamos viendo en todas las regiones «, dijo a reporteros en Ginebra Katherine O’Brien, directora de inmunización, vacunas y productos biológicos de la agencia de la ONU. “Estamos teniendo brotes que son prolongados, que son considerables y que están creciendo. Este no es un problema aislado”.

Los expertos han atribuido en parte el aumento de casos en países desarrollados a la complacencia y las afirmaciones sin fundamento que vinculan la vacuna contra el sarampión con el autismo.