Jared Kushner, yerno y asesor de Trump, usó su cuenta personal de correo electrónico para asuntos de la Casa Blanca
El yerno y asesor de Donald Trump, Jared Kushner, ha tropezado en la misma piedra que Hillary Clinton. En varios ocasiones, utilizó su cuenta privada de correo electrónico para tratar asuntos oficiales, a veces intercambiando correos electrónicos con altos funcionarios de la Casa Blanca y asesores externos, informa el diario estadounidense Politico.
El yerno y asesor de Donald Trump, Jared Kushner, ha tropezado en la misma piedra que Hillary Clinton. En varios ocasiones, utilizó su cuenta privada de correo electrónico para tratar asuntos oficiales, a veces intercambiando correos electrónicos con altos funcionarios de la Casa Blanca y asesores externos, informa el diario estadounidense Politico.
El mismo abogado del yerno de Trump lo ha confirmado al diario. «Kushner usa su dirección de correo en la Casa Blanca para tratar los asuntos de la Casa Blanca. Menos de un centenar de correos entre enero y agosto fueron enviados o recibidos por Kushner a colegas de la Casa Blanca desde su cuenta de correo personal», ha señalado el letrado a Politico. «Estos (correos) enviaban habitualmente artículos o comentarios políticos, y habitualmente tenían lugar cuando alguien iniciaba un intercambio enviando un correo a su cuenta personal, en lugar de a la de la Casa Blanca», ha explicado, asegurando que en ellos no compartía ningún material sensible o clasificado.
Habrá que ver ahora la reacción de Donald Trump, quien atacó en repetidas ocasiones a su rival en las pasadas elecciones, Hillary Clinton, por usar un servidor privado para tratar asunto oficiales cuando era secretaria de Estado (2009-2013); incluso el pasado octubre, en uno de sus debates televisados por la carrera a la Casa Blanca, Trump la amenazó con la cárcel por el escándalo de los correos.
El FBI también llegó a investigar el caso de Clinton para comprobar si manejó información clasificada con su correo privado, concluyendo en julio de 2016 que el hecho de que la ex secretaria de Estado usara un servidor privado para transmitir comunicaciones gubernamentales, incluidos correos electrónicos con información clasificada, no justificaba su imputación.