La Comisión 8M de Madrid ha confirmado este lunes que desconvoca todos los actos organizados por el Día de la Mujer, prohibidos por la Delegación del Gobierno con aval de la justicia, y ha anunciado que, como los sindicatos, acudirá al Tribunal Constitucional para defender sus derechos fundamentales. Varias portavoces de la Comisión han mostrado su indignación por unas prohibiciones que, han denunciado, tratan de «criminalizar», «infantilizar» y «acallar» al movimiento feminista. «Vamos a salir más fuertes», ha asegurado Victoria García, llamando a visibilizar en ventanas y balcones y en las plazas de otras ciudades del país la lucha feminista que no se verá como otros años en las calles de Madrid.
El contraste: el Sindicato de Estudiantes, junto a la asociación Juntas y combativas, se ha movilizado de todos modos y se ha reunido en la Puerta del Sol, donde incluso se ha producido un momento de tensión cuando dos mujeres han cantado su propia versión del himno nacional, tal y como ha recogido nuestra compañera Inés Bertrán.
Decenas de mujeres se han reunido en Sol para reivindicar el 8M y se han producido momentos de tensión como este pic.twitter.com/IHf6mZN29V
— The Objective (@TheObjective_es) March 8, 2021
Las portavoces de la Comisión 8M, que han denunciado el acoso a mujeres solo por llevar este día prensa moradas o la vandalización del mural feminista de Ciudad Lineal, han aprovechado para recordar que ha sido las mujeres, mayoría en muchos sectores esenciales y en los cuidados, quienes han impedido desde trabajos precarios que la crisis provocada por la pandemia fuera aún más grave. «Ante la emergencia social, el feminismo es esencial» es el título de su manifiesto este año, una llamada a «repensar el mundo», valorar los trabajos de cuidados y luchar para reforzar los derechos de empleos invisibles, feminizados y precarios.
«El delegado del Gobierno en Madrid (José Manuel Franco) debe dimitir», ha subrayado su compañera Ana Viseros, tras recordar que los colectivos feministas trabajaron con todo cuidado y detalle cada una de las marchas y concentraciones organizadas para respetar las restricciones sanitarias. Salvo cuatro concentraciones en sendas plazas del centro de Madrid de 499 personas cada una, la inmensa mayoría eran actos de pocas decenas de mujeres, pero la prohibición ha sido general, «desproporcionada» y «poco fundamentada», han criticado. Recurrieron ante la justicia solo cinco actos que consideraban estratégicos -las cuatro concentraciones del centro, dos de cincuentas personas y otras dos de cien personas en distintos distritos- pero el Tribunal Superior de Justicia de Madrid avaló la prohibición general.