La investidura del candidato de ERC a la presidencia de la Generalitat, Pere Aragonès, ha vuelto a fracasar este martes. La abstención de JxCat le ha dejado con solo 42 votos a su favor –de su partido y de la CUP–, lejos de la mayoría absoluta (68 votos) en el Parlament.
Lo más importante: si ERC y JxCat no llegan a un acuerdo de investidura antes del próximo 26 de mayo, se convocarán automáticamente nuevas elecciones para julio. JxCat ha pedido a ERC como condición para el desbloqueo su unidad de voto en temas soberanistas en el Congreso de los Diputados, un aro por el que los republicanos no parecen dispuestos a pasar.
Tras fracasar el pasado viernes la primera vuelta de la investidura, este martes se ha repetido el resultado en la segunda votación: frente a los 42 ‘síes’ de ERC y la CUP, Aragonès ha recibido 61 votos en contra de PSC, Vox, En Comú Podem, Ciudadanos y PPC, además de las 32 abstenciones de JxCat.
Desde la votación fallida del viernes se ha activado la cuenta atrás de dos meses para intentar investir a un nuevo president, por lo que ERC y JxCat deberán intensificar sus negociaciones en las próximas semanas para evitar que, si no hay investidura, el 26 de mayo sean convocadas automáticamente elecciones para julio.
Pere Aragonès ha advertido a JxCat que «no hay motivos suficientes para que hoy no voten la investidura», y le ha reclamado no mantener la provisionalidad e interinidad «por tiempo indefinido».