El juez de vigilancia penitenciaria número 1 de Cataluña ha estimado el recurso de la Fiscalía y ha revocado el tercer grado que la Generalitat concedió en enero a la expresidenta del Parlament Carme Forcadell y a la exconsellera Dolors Bassa, que deberán pasar de nuevo todo el día en la cárcel.
En contexto: en sendos autos, cuya ejecución debe ser inmediata, el juez de vigilancia penitenciaria del que dependen las cárceles de mujeres donde cumplen condena Forcadell y Bassa revoca la semilibertad de ambas, que deberán regresar a prisión en las próximas horas para permanecer todo el día en el centro penitenciario, al igual que ocurre con el exvicepresidente Oriol Junqueras y los otros seis presos del procés en Lledoners.
Este mismo magistrado, Jesús Ignacio Moncada Ariza, avaló en julio del año pasado el tercer grado que la Generalitat concedió por primera vez a Bassa y Forcadell, pero el Supremo acabó por revocárselo en diciembre del año pasado, a raíz de los recursos de la Fiscalía.
Por ello, en sus resoluciones -que son recurribles-, el juez se remite a la decisión del Supremo y razona que de momento se mantienen los «impedimentos» que llevaron al alto tribunal a tumbar la semilibertad de los presos del procés, al considerarla «prematura».
En virtud del tercer grado, Forcadell y Bassa iban hasta ahora a prisión únicamente a dormir, de lunes a jueves, pero, como la revocación de la semilibertad es de ejecución inmediata, a partir de mañana no podrán salir durante el día, a no ser que disfruten de un permiso penitenciario.
Pese a que tanto Forcadell como Bassa han cumplido una cuarta parte de su condena, el juez precisa que ese no es el único argumento que esgrimió el Supremo cuando revocó su semilibertad, porque también incidió en el «esencial» contenido del cumplimiento penitenciario que supone la evolución y progresión en el tratamiento, al que no es ajeno el «significado del delito y la pena».
En el caso de Forcadell, por ejemplo, subraya el juez que mantiene sus actividades de voluntariado y la justificación de sus actos como presidenta del Parlament, con la «ambivalencia entre deber hacer y tener que hacer», lo que no ha cambiado en los últimos meses.
El pasado 9 de marzo el juzgado de vigilancia penitencia revocaba el tercer grado que la Generalitat concedió el pasado mes de enero al exvicepresidente del Govern, Oriol Junqueras, los exconsellers Jordi Turull, Josep Rull, Raül Romeva y Joaquim Forn, y los Jordis, tal y como solicitaba la Fiscalía en su recurso.