El ridículo de Laura Borràs ante el presidente del Senado
La presidenta del Parlament se quejó del 155 ante Ander Gil sin saber que fue el portavoz del PSOE en aquella jornada ni que hubo condiciones para apoyarlo
La presidenta del Parlament, Laura Borràs, recibió este viernes al presidente del Senado, Ander Gil, en la Cámara autonómica. El motivo de la visita, que se enmarca en la gira del máximo responsable de la Cámara alta por todos los parlamentos autonómicos, fue el de «reforzar» el uso del catalán en el Senado para atender su vocación de cámara territorial. Sin embargo, la dirigente nacionalista aprovechó su visita para, fuera del foco de las cámaras, reprocharle que el Senado apoyara la intervención de la autonomía mediante el artículo 155 de la Constitución.
De acuerdo con los presentes, Borràs ahondó en ese acontecimiento como si hubiera sido el summum de la «represión» del «Estado español» contra la legitimidad de la Cámara autonómica, pero apenas conocía cómo se desarrollaron los hechos de ese 27 de octubre de 2017. Pese a considerarlo algo tan grave y trascendente para Cataluña, no sabía que hubo tres condiciones del PSOE al Gobierno de Mariano Rajoy para dar su brazo a torcer en este asunto.
La presidenta del Parlament se había preparado su retahíla de agravios a propósito de la visita de Ander Gil, pero tampoco había estudiado el papel que tuvo el propio Ander en aquella jornada. Desconocía, según las fuentes consultadas por THE OBJECTIVE, que Ander hubiera sido el portavoz socialista en la Cámara alta y el encargado de exigir al Ejecutivo de Rajoy las condiciones para darles su apoyo. «¿Tres condiciones?», exclamó Borràs ante el presidente del Senado y el resto de diputados ahí presentes.
Como es sabido, el PSOE solo se avino a respaldar la intervención de la autonomía si TV3 quedaba excluida de ese control gubernamental, si se limitaban los efectos a una nueva convocatoria de elecciones (es decir, sin tocar el Parlament) y si se retiraba la tramitación del 155 si, finalmente, Puigdemont no declaraba la independencia. Algo que no sucedió porque el entonces presidente de la Generalitat proclamó unilateralmente la secesión el mismo día.
Visita «cordial»
Esta conversación entre Borràs y Ander se produjo en el Despacho de Audiencias y en el Hemiciclo, y fue bastante diferente a la que mantuvieron en público. Ante la prensa, Borràs hizo hincapié en la necesidad de defender la inviolabilidad del Parlament de injerencias externas. Y es que la dirigente nacionalista afronta un juicio ante el Tribunal Superior de Justicia de Catalunya por presunta corrupción que, en caso de condena, la inhabilitaría para cargo público. Borràs siempre ha defendido su inocencia y ha atribuido su imputación a la «persecución» contra el movimiento independentista.
Más allá de la anécdota del desconocimiento de Borràs sobre los hechos que llevaron al Senado a apoyar el 155, la visita fue en todo momento muy «cordial», añaden las fuentes consultadas. Formaron parte de la recepción la vicepresidenta segunda del Parlament, Assumpte Escarp (PSC), el secretario primero, Ferran Pedret (PSC), y la secretaria segunda, Aurora Madaula (Junts). Ninguno de los miembros de ERC y CUP que forman parte de la Mesa quisieron participar.
El presidente del Senado escribió en el libro de honor del Parlament y se intercambiaron regalos: Borràs le hizo entrega de una senyera, de edición limitada y numerada, y un CD con la interpretación del himno de ‘Els Segadors’, y Gil le regaló una polvera, también de edición limitada, que tiene escondida en su interior una Constitución de 1812, también conocida como ‘La Pepa’.