La novia de un británico que murió al hacer 'balconing' acusa de su muerte al hotel
La joven carga directamente contra la altura mínima de los balcones permitida en España
El reto del salto a la piscina, lo que comúnmente se conoce como balconing, es una práctica relativamente extendida en los turistas que vienen desde el Reino Unido a las playas españolas, especialmente en las Islas Baleares.
Una de las víctimas más recientes de esta práctica es el británico de 20 años Freddie Pring, que murió el pasado 7 de junio en la localidad mallorquina de Magaluf tras precipitarse desde un segundo piso. Según fuentes de la investigación, el fallecido estaba de vacaciones con unos amigos y había bebido bastante antes de que ocurrieran los hechos.
El suceso, que causó conmoción al ser el joven una promesa del rugby en su país, ha vuelto este jueves a la primera plana tras la acusación de su novia –que responde al nombre de Mia Smith– los hoteles de la zona por la seguridad de sus balcones.
Retweet to save a life ❤️ pic.twitter.com/dMG5xlQred
— Mia Smith (@mmiassmith) July 17, 2019
“En los últimos dos meses han muerto cuatro personas tras caer de su balcón durante sus vacaciones”, asegura la joven en un tuit. “Aunque esto ocurre en todo el mundo, la mayoría de estos incidentes ocurren en España y en las islas españolas”, continúa. Mia carga directamente contra la altura mínima de los balcones permitida en España: “Aproximadamente por la altura de la cintura para la mayoría”, dice.
“Si yo hubiera sabido de los incontables incidentes en balcones antes de que mi novio hubiera ido a Magaluf, me habría asegurado de cerrara su balcón para ni siquiera tratar de salir después de haber bebido”, se lamenta. Asegura además que su novio no hizo balconing, sino que se cayó accidentalmente después de salir de fiesta.
“Los hoteles en Magaluf y otros destinos de fiesta se enriquecen con grupos hasta arriba de alcohol, saben que sus huéspedes se van a emborrachar así que necesitan una seguridad extra”, apunta. “Sin embargo, muchos de estos hoteles no hacen nada por cambiar las alturas de las barandillas de los balcones o por cerrar con llave las puertas de acceso”, critica.
“Nadie merece irse de vacaciones y no volver. Y nadie merece sentir el dolor de perder un amor por algo que sencillamente se podría haber evitado”, concluye Mia en un tuit que ya se ha viralizado.