21 países de la Organización de Estados Americanos (OEA) han aprobado este miércoles una resolución por la que rechazan el resultado de las elecciones parlamentarias de Venezuela y en la que acusan al presidente venezolano, Nicolás Maduro, de intentar consolidar una «dictadura».
En contexto: en las elecciones parlamentarias celebradas el domingo, el chavismo se proclamó vencedor por un amplio margen y en un contexto de baja participación, mientras que el sector de la posición que se agrupa bajo la figura de Guaidó no participó por considerarlos fraudulentos. El texto incluye la palabra «dictadura» para referirse al Gobierno de Maduro, un término que hasta ahora los países del organismo se habían resistido a incluir en los textos oficiales.
En contra de la iniciativa se han posicionado México y Bolivia; mientras que cinco países se abstuvieron, entre ellos Argentina, que sigue guardando silencio sobre su reconocimiento a los comicios. Aliados tradicionales de Maduro, como Nicaragua y Antigua y Barbuda, decidieron ausentarse a modo de protesta por considerar que la reunión del Consejo Permanente fue convocada «indebidamente», ya que la Venezuela de Maduro se retiró oficialmente del organismo en 2019.
Actualmente, el sillón de Venezuela lo ocupa Gustavo Tarre, nombrado por el líder opositor Juan Guaidó, reconocido como presidente interino de Venezuela por medio centenar de naciones y que fue uno de los promotores de la resolución, junto a otros nueve países (Canadá, Chile, Colombia, Ecuador, EEUU, Guatemala, Paraguay, Perú y Uruguay)
La OEA ya había establecido la base legal para no reconocer los comicios con otra resolución aprobada en octubre y en la que establecía que solo se aceptarían los resultados si se liberan a «los presos políticos», se contaba con observación electoral internacional y participaban «todos los actores políticos».
En consonancia con el rechazo a los resultados electorales, la OEA establece que la nueva AN es una «entidad no democráticamente electa» y, por ello, afirma que Maduro está «consolidando Venezuela como una dictadura». En las resoluciones sobre Venezuela aprobadas en los últimos cinco años por la OEA y revisadas por Efe no aparece la palabra «dictadura», que este miércoles han usado con vehemencia muchos de los embajadores durante la reunión celebrada de manera virtual.
Maduro considera que la OEA es un instrumento de Washington, no reconoce su legitimidad y, de hecho, ni siquiera lo invitó a observar las elecciones legislativas del domingo, una mano que sí tendió a la Unión Europea (UE).
La UE, que finalmente no observó los comicios, ha rechazado los resultados electorales, una postura que han adoptado medio centenar de naciones. Por el contrario, los viejos aliados de Maduro, Cuba y Rusia, sí han felicitado al chavismo por su victoria.