La ONU anuncia una investigación contra Arabia Saudí por hackear el móvil del dueño de Amazon
El pirateo del teléfono de Jeff Bezos –sospechan– tiene relación con el asesinato del periodista Jamal Khashoggi, columnista en su periódico
Arabia Saudí será investigada por un presunto espionaje al presidente de Amazon y dueño del Washington Post, Jeff Bezos, según han declarado expertos en derechos humanos de la ONU Los relatores de Naciones Unidas, Agnes Callamard y David Kaye, han indicado en un comunicado que las alegaciones apuntan a un esfuerzo por “influir en la información del Washington Post en Arabia Saudí, o silenciarla».
El teléfono de Bezos fue pirateado presuntamente tras recibir un vídeo por la aplicación de mensajería instantánea WhatsApp, procedente de una cuenta atribuida al príncipe saudí, Mohamed bin Salman, el pasado 1 de mayo de 2018. Además, según estas investigaciones, el teléfono del presidente de la compañía comenzó a comportarse de manera extraña, filtrando durante meses grandes cantidades de datos.
La embajada estadounidense de Arabia Saudí ha negado esta información, al igual que el resto del informe, y ha alegado: «Los informes recientes de los medios que sugieren que el Reino está detrás de un hackeo del teléfono del señor Jeff Bezos son absurdos. Pondremos en marcha una investigación sobre estas informaciones para que podamos aclarar los hechos».
Recent media reports that suggest the Kingdom is behind a hacking of Mr. Jeff Bezos’ phone are absurd. We call for an investigation on these claims so that we can have all the facts out.
— Saudi Embassy (@SaudiEmbassyUSA) January 22, 2020
Los expertos aseguran que si este espionaje se confirma se “reforzarán otras informaciones que apuntaban cierto patrón de espionaje a oponentes nacionales y extranjeros de las autoridades saudíes». Estos actos «requieren ser inmediatamente investigados por las autoridades de EEUU y otras partes», indicaron Kaye y Callamard, esta última encargada el pasado año de investigar en nombre de Naciones Unidas el asesinato de Khashoggi perpetrado el 2 de octubre de 2018 en el consulado saudí en Estambul (Turquía).
Este presunto espionaje «sirve de argumento para que EEUU y otras autoridades relevantes investiguen si, como se sospecha, el príncipe heredero ordenó, incitó o al menos conocía el plan contra Khashoggi y no lo pudo detener», han señalado en el comunicado.