El director general de la Policía Nacional, Francisco Pardo, ha rechazado este miércoles que los agentes practiquen identificaciones en la calle por cuestiones de raza y como instrumento para controlar la inmigración.
Por qué es importante: el perfil racial o étnico es una práctica, además de racista e injustamente incriminatoria, ilegal. España sigue practicándola a día de hoy, según denuncian numerosas ONG de derechos humanos.
Nada menos que desde un Ministerio se pone en duda la profesionalidad de la FFCCSE…
Acusando veladamente a la Policía de realizar prácticas arbitrarias.
NO Sras de @IgualdadGob e @IreneMontero, somos los GARANTES del Estado de Derecho.#StopBulos#NoPiques pic.twitter.com/I2bkVAJi8J
— JUPOL (@JupolNacional) December 20, 2020
Las declaraciones de Pardo se producen después de que sindicatos policiales y asociaciones de guardias civiles arremetieran hace unos días contra la última campaña impulsada por el Ministerio de Igualdad por cuestionar la «profesionalidad» de las fuerzas y cuerpos de seguridad del Estado. Dicha campaña lo que hacía era informar sobre el servicio de atención a víctimas de discriminación racial o étnica.
La campaña, realizada a través del Consejo para la Eliminación de la Discriminación Racial o Étnica, incluye diferentes imágenes pero es una, la de un hombre negro, la que ha acaparado las críticas, ya que bajo su fotografía aparece escrito «me han identificado por mi color de piel u otros rasgos físicos sin una razón objetiva», y «te asesoramos sobre cómo denunciar».
«No existe racismo institucional para utilizar como instrumento de control migratorio», ha dejado claro Pardo en la comisión de Interior del Congreso, donde la diputada de ERC María Carvahlo ha reprochado el racismo estructural contra personas «africanas, asiáticas, moras o latinoamericanas».
Un racismo, ha dicho la diputada, basada en «la sospecha razonada» y que han denunciado organismos como el Defensor del Pueblo, organizaciones como SOS Racismo o el propio comité de Derechos Humanos de la ONU durante el estado de alarma.
Una consideración que el director de la Policía ha negado, en tanto que ha detallado que el nuevo centro universitario de la Policía potenciará la formación «en valores democráticos» para que evitar que se produzcan comportamientos racistas en el cuerpo.
Pardo ha explicado además que la Policía Nacional ha creado la oficina nacional de derechos humanos y va a poner en marcha una red de responsables en comisarías con el objetivo de que «se extremen los comportamientos de los agentes adjuntándose a los derechos humanos».
Al inicio de su intervención Pardo ha leído un extracto de la exposición de motivos de la ley orgánica de 1986 de las fuerzas y cuerpos de seguridad del Estado sobre los principios de «neutralidad política, la imparcialidad y la evitación de cualquier actuación arbitraria o discriminatoria».