La República Checa elige presidente entre un prorruso y un proeuropeo
La segunda vuelta de las elecciones presidenciales en la República Checa continúan este sábado con dos candidatos radicalmente opuestos: el jefe de Estado saliente Milos Zeman, prorruso y prochino, y el centrista proeuropeo Jiri Drahos.
La segunda vuelta de las elecciones presidenciales en la República Checa continúan este sábado con dos candidatos radicalmente opuestos: el jefe de Estado saliente Milos Zeman, prorruso y prochino, y el centrista proeuropeo Jiri Drahos.
La votación, que comenzó el viernes por la tarde, sigue este sábado y los resultados, que podrían ser muy ajustados según los sondeos, se conocerán durante la tarde, indicó el ministerio del Interior.
Los dos candidatos han hecho llamamientos a los electores para que acudan a las urnas. «Cada uno es el artífice de su felicidad e ir a votar es una felicidad», declaró el izquierdista Zeman, de 73 años. Drahos, de 68 años, instó a «todos los que piensan en el futuro de sus hijos y de sus niños» a acudir a las urnas.
En la primera vuelta, hace dos semanas, la participación fue del 61,9%.
Cerca de la mitad de los electores votaron el viernes, según las informaciones recabadas por la agencia de noticias checa CTK, una cifra superior a la que se registró en la primera jornada de la primera vuelta, estimada en casi el 40%.
Las elecciones se celebran en un contexto político complicado después de que el multimillonario populista Andrej Babis, aliado de Zeman, no lograra obtener la confianza del Parlamento como jefe del gobierno, debido a su imputación por fraude con subvenciones europeas.
El futuro de Babis, que dirige un ejecutivo en funciones, depende del resultado de las presidenciales. Zeman ya se mostró dispuesto a nombrarlo por segunda vez para formar un gobierno, antes incluso del final de su mandato actual, el 8 de marzo.
Drahos se opuso, sin embargo, a nombrar a un primer ministro imputado por la justicia.
Los comicios revelaron las divisiones en la sociedad checa, especialmente sobre las cuestiones de la inmigración y la orientación de la política extranjera del país.
Zeman defiende una mayor cooperación económica con China y mantiene unas relaciones más próxima con los dirigentes del país asiático que la mayoría de sus homólogos europeos.
Las autoridades reforzaron el viernes la seguridad alrededor de Zeman cuando fue a votar a una escuela de Praga, después de que una militante ucraniana del grupo radical Femen la emprendiera con él len la primera vuelta. La mujer se acercó entonces al presidente y le gritó «Zeman, puta de Putin», en referencia al dirigente ruso.
Las relaciones entre la República Checa, miembro de la OTAN desde 1999 y de la Unión Europea desde 2004, y Rusia ocuparon el jueves gran parte del último debate televisivo de los candidatos, seguido por 2,6 millones de telespectadores, uno de cada cuadro checos, informa AFP.
«Rusia no supone un riesgo de seguridad para República Checa», insistió Zeman. «Por supuesto que sí», respondió Drahos, que recordó que «la doctrina militar rusa califica a la OTAN como su principal enemigo» y que la República Checa forma parte de la Alianza Atlántica.
En un país donde la mayoría se opone a la acogida de inmigrantes, Zeman, al que muchos tachan de populista, no perdió ocasión de atacar a su rival sobre este tema durante la campaña. Los carteles electorales del presidente saliente retoman esa cuestión, proclamando «Alto a los inmigrantes y a Drahos. ¡Este país nos pertenece!».