La sequía amenaza la vida de 15 millones de personas en el Cuerno de África
El cambio climático está afectando a los patrones de lluvia en la región y está extremando las temporadas de sequía
La vida de más de 15 millones de personas está en peligro por la sequía en diversas zonas de Kenia, Etiopía y Somalia, según ha alertado este jueves la organización humanitaria Oxfam, que ha pedido más financiación de la comunidad internacional para atajar ese problema. La escasez de lluvias ha echado a perder los cultivos y, con ellos, los medios de vida y subsistencia de numerosas comunidades, lo que ha dejado a 7,6 millones de personas en riesgo de hambre extrema, según ha subrayado Oxfam en un comunicado.
La grave escasez de ayuda internacional contrasta con la respuesta más proactiva de los Gobiernos de los tres países afectados: el Gobierno de Kenia lidera la respuesta a la sequía con una financiación internacional mínima; Etiopía está sufragando casi la mitad de los costes de las operaciones humanitarias en el país; y Somalia ha mejorado de forma significativa la seguridad y el acceso de las organizaciones humanitarias. Aunque cada país debe incrementar sus esfuerzos, sin más apoyo internacional no podrán evitar otra gran crisis.
En la última década, la región del Cuerno de África se ha visto azotada por dos sequías: una muy severa en 2011 en la que murieron 260.000 personas; y otra en 2017, en la que la respuesta internacional fue más rápida y eficaz, informa Efe.
«De la hambruna de 2011 aprendimos que debemos responder rápidamente y de forma decidida para salvar vidas. Pero aquel compromiso internacional de garantizar que aquello no volviera a suceder se ha transformado en autocomplacencia», ha afirmado la directora de Oxfam para el Cuerno de África, Lydia Zigomo.
El cambio climático está afectando a los patrones de lluvia en la región, al igual que en otras zonas del mundo, y está extremando las temporadas de sequía, haciendo peligrar la vida de millones de personas. Muchas de esas personas se han visto obligadas a migrar para sobrevivir.
Jama, un somalí desplazado por la sequía de 2017, teme que su situación empeore: «En 2017 perdimos todo nuestro ganado. Si no se encuentran soluciones y la situación no mejora, la gente morirá. Me da miedo perder a seres queridos», cuenta en el informe.
«Una vez más, son las personas más pobres y vulnerables las más perjudicadas», ha añadido Zigomo, al incidir en que, sin más ayuda internacional, será muy difícil evitar una crisis humanitaria. No podemos esperar a que imágenes de personas desnutridas y animales muertos llenen las pantallas de nuestros televisores. Debemos actuar inmediatamente para evitar un desastre», ha sentenciado la directora.
La crisis climática fuera de control ha convertido la sequía en un patrón habitual en la región que refleja la desigualdad global, pues son las comunidades más vulnerables, quienes menos han contribuido al cambio climático, las que sufren sus efectos más devastadores. El apoyo a la respuesta humanitaria que se está llevando a cabo debe ir acompañado de un compromiso genuino para abordar las causas subyacentes a esta crisis.